CICR: Emergencia de refugios civiles en el norte de Iraq
(FUENTE CICR) - Cientos de miles de personas han huido de los recientes enfrentamientos en la provincia de Ninawa, incluidas Sinjar y otras áreas cercanas a las ciudades de Mosul, Dohuk y Kirkuk en el norte de Irak.
Algunos de ellos pertenecen a minorías religiosas como los yazidíes, que buscaron refugio en la montaña Sinjar después de huir de sus hogares.
Pero las comunidades cristianas, chiítas y sunitas, desarraigadas en los combates, también están inundando las ciudades de Dohuk y Khaniq en busca de refugio. Muchos han tenido que acampar en escuelas, lugares públicos e incluso en edificios a medio construir.
“Permanecimos ocho días en la montaña. No teníamos nada para comer. Nos fuimos y nos atacaron con balas ”, dice un joven de Sinjar, cuya familia se refugia en un paso subterráneo de la carretera.
La familia intentó salir dos veces y finalmente llegó a la frontera con Siria antes de dirigirse a Dohuk.
Abd-al-Ahad, un empresario local está proporcionando refugio a más de 300 personas de forma gratuita. Convirtió uno de sus negocios en un refugio y aloja a otros en el sótano de otro edificio.
"Los estamos ayudando hasta que puedan regresar a sus hogares".
La mayoría de los yazidíes que quedaron atrapados en la montaña Sinjar se dirigen a la ciudad de Khaniq. Con una población estimada de 60,000, Khaniq ha recibido algunas familias 15,000 (individuos 90,000) de Sinjar y pueblos cercanos.
Este granjero, Khayri, pasó nueve días en la montaña con su familia.
“Cientos de niños murieron en la montaña. Los aviones arrojaron ayuda alimentaria, pero las tres cuartas partes de la gente no la vieron ”.
Un testimonio repetido por muchos de los desplazados. Hamad de Sinjar dice que su madre murió en la montaña.
El CICR distribuye alimentos y otros artículos esenciales a los desplazados en Khaniq, así como en Hawija y Rania, en las provincias de Kiruku, Dohuk y Sulamaniyah. La Media Luna Roja Iraquí está distribuyendo asistencia en otras provincias.
Pero las necesidades son inmensas a medida que continúa la crisis humanitaria.