La revolución de la penicilina

Un fármaco que cambió la historia de la medicina

La historia de penicilina, el primer antibiótico, comienza con una descubrimiento accidental que abrió el camino a una nueva era en la lucha contra enfermedades infecciosas. Su descubrimiento y desarrollo posterior son historias de intuición, innovación y colaboración internacional que salvaron millones de vidas en todo el mundo.

Del moho a la medicina

In 1928, Alexander Fleming, un bacteriólogo escocés, descubrió la penicilina observando cómo “jugo de molde”podría matar una amplia gama de bacterias dañinas. La falta de interés inicial y las dificultades técnicas para aislar y purificar la penicilina no detuvieron la investigación. Sólo en vísperas de la Segunda Guerra Mundial Howard Florey, Cadena Ernst, y su equipo en el Universidad de Oxford convirtió este extracto de moho en un fármaco que salva vidas, superando importantes obstáculos técnicos y de producción.

Una fábrica de penicilina en Oxford.

El esfuerzo de producción en Oxford, iniciado en 1939, se caracterizó por el uso de diversos contenedores improvisados ​​para cultivar penicillium y la creación de una instalación de producción a gran escala dentro del laboratorio. A pesar de las condiciones de guerra y la escasez de recursos, el equipo logró producir suficiente penicilina para demostrar su eficacia en el tratamiento de infecciones bacterianas graves.

La contribución estadounidense a la producción de penicilina.

Reconociendo la necesidad de producir penicilina en gran escala, Florey y Heatley viajó a la Estados Unidos in 1941, donde la colaboración con el industria farmacéutica americana y el apoyo del gobierno transformó la penicilina de un interesante producto de laboratorio a un fármaco ampliamente disponible. Innovaciones cruciales, como el uso de licor de maceración de maíz en la fermentación, aumentaron significativamente el rendimiento de penicilina, haciéndola accesible para el tratamiento de las tropas aliadas durante la guerra y más tarde para el público en general.

Este viaje desde el descubrimiento hasta la difusión global de la penicilina destaca la importancia de la investigación científica y colaboración internacional. La historia de la penicilina no es sólo la de un fármaco revolucionario, sino también la de cómo la innovación, impulsada por la necesidad y la dedicación, puede superar los obstáculos más desafiantes.

Fuentes

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