Diabetes en verano: consejos para unas vacaciones seguras

Durante los meses de verano, las temperaturas aumentan y la gente tiende a cambiar sus hábitos durante las vacaciones. Sin embargo, para quienes padecen diabetes, el calor y los cambios de rutina pueden ser peligrosos, y es importante conocer el estado de salud y las estrategias a implementar para proteger el organismo.

La diabetes mellitus tipo 2, de hecho, es un trastorno que en Italia afecta al 6% de la población y va en aumento, debido a un estilo de vida inadecuado caracterizado por el sedentarismo y una dieta desequilibrada, así como al aumento de la edad media de la población. .

Verano y salidas, pero… ¿qué es la diabetes tipo 2 y cuáles son los síntomas?

La diabetes tipo 2 es una condición crónica que involucra hiperglucemia causada por la dificultad del cuerpo para producir o utilizar adecuadamente la insulina, la hormona que regula la cantidad de azúcar en la sangre y es secretada por las células del páncreas.

El principal factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 es la obesidad y el sobrepeso, condiciones a las que contribuye una dieta desequilibrada y un estilo de vida sedentario con poca actividad física.

Los principales síntomas de la diabetes son el aumento de la sed y la frecuencia urinaria, asociado a una disminución del peso corporal y una sensación general de cansancio.

Sin embargo, la diabetes también puede desarrollarse permaneciendo silenciosa durante mucho tiempo, manifestándose solo años después, en ocasiones cuando ya ha producido sus complicaciones como problemas de visión, trastornos cardiovasculares, neuropatía y nefropatía.

Por eso es importante controlar periódicamente determinados valores, como la glucemia y la hemoglobina glucosilada, mediante sencillos análisis de sangre.

Controlar la diabetes en verano: beber mucho para evitar la deshidratación

El principal factor del que deben cuidarse los diabéticos es el calor.

Cuando las temperaturas aumentan, de hecho, existe el riesgo de deshidratarse, lo que lleva a un aumento de los niveles de glucosa en sangre.

Por eso, es importante recordar beber siempre en abundancia, incluso cuando no se sienta sed, favoreciendo el agua y el té casero y evitando las bebidas azucaradas, así como las que se anuncian como sin azúcar, porque pueden contener edulcorantes. o sustancias azucaradas ocultas.

También se debe tener cuidado con las bebidas rehidratantes ricas en minerales, ya que también pueden contener azúcar.

Deporte: cuidado con la intensidad

También hay que prestar atención al deporte: si bien la práctica de actividad física es fundamental cuando se padece diabetes, también se debe tener cuidado de no elegir entrenamientos muy extenuantes y, si al aire libre o en habitaciones sin aire acondicionado, evitar las horas más calurosas del día. prefiriendo temprano en la mañana o al atardecer.

Exposición solar y lesiones en la piel: evita contagios

Cuando se trata del sol, también hay que tener cuidado con las quemaduras y la dermatitis: las lesiones de la piel, de hecho, pueden infectarse y provocar diabetes.

Recordar el uso de cremas protectoras y no exponerse directamente a los rayos del sol es fundamental, así como evitar caminar descalzo en los parques o en la playa.

Cuando se habla de lesiones, de hecho, siempre se debe considerar que entre las consecuencias de la diabetes se encuentra la reducción de la sensibilidad en las extremidades, lo que podría conducir a lesionarse inadvertidamente o quemarse las plantas de los pies si se está en contacto con suelo muy caliente.

El consejo es usar pantuflas blandas incluso en la playa y al bañarse y, en caso de cortes o quemaduras, acudir inmediatamente al médico.

Diabetes y verano: alimentos a evitar y reglas a seguir

Las vacaciones pueden traer cambios en la dieta, a los que las personas con diabetes siempre deben prestar atención.

Los desayunos buffet en hoteles, por ejemplo, o las constantes cenas en restaurantes, pueden inducir a ingerir alimentos con mayor carga glucémica: por ello es importante seguir un plan de alimentación adecuado a la enfermedad, sin pensar que esto penalizará la socialización. con familiares y amigos.

Si, incluso antes de la salida, sospecha que puede haber una distribución diferente de nutrientes entre las comidas o cambios en los horarios en los que suele comer, es recomendable que informe a su médico, quien evaluará cualquier cambio en su terapia antidiabética.

En líneas generales, por tanto, aunque la situación te invite a darte un pequeño capricho, es bueno mantener una dieta variada, rica en alimentos no procesados ​​y preferentemente integrales, tanto por sus mayores propiedades saciantes como por su acción de ralentizar la La absorción de carbohidratos mantiene bajos los niveles de azúcar en la sangre.

Deben evitarse los dulces y los alimentos azucarados, o consumirse con moderación.

También es preferible sustituir comidas muy copiosas por una dieta más ligera en la que se incorpore un tentempié de media mañana y otro de media tarde para 'quitar el hambre'.

Elevar los niveles de azúcar en la sangre: qué hacer

También es importante recordar llevar consigo el medidor de glucosa y la medicación, para evitar estar desprevenido en caso de un desequilibrio de azúcar en la sangre, una eventualidad bastante peligrosa para su salud.

Durante las vacaciones, además, para los pacientes que están en tratamiento con insulina o fármacos como las sulfanilureas, el riesgo de hipoglucemia puede ser mayor, debido a la mayor tendencia a moverse y a los cambios en la dieta habitual.

Es fundamental tener siempre a mano una fuente de glucosa de acción rápida (sobres de azúcar, bricks de zumo de frutas) o barritas, caramelos y galletas integrales en caso de crisis hipoglucémicas.

Diabetes, consejos para viajar en verano

Recordar medir tus parámetros también es importante por el motivo contrario: los aumentos de los niveles de azúcar en sangre están asociados a momentos estresantes como un viaje en coche o un viaje extenuante, así como al sedentarismo forzado al que te obligan los viajes más largos.

Si viaja en coche, por tanto, es importante detenerse y moverse en las áreas de descanso, mientras que si viaja en tren o avión puede ser útil caminar de vez en cuando por el habitáculo.

Manejo adecuado de medicamentos.

Además, cuando se viaja a países extranjeros, hay que tener en cuenta las posibles dificultades para encontrar los medicamentos que se utilizan habitualmente y, por ello, es fundamental organizar con antelación el transporte de la insulina y las plumas para que no se dañen con el cambio de temperatura. y movimiento

Lo mismo se aplica a otros medicamentos antidiabéticos que puedas estar usando: debes tenerlos siempre contigo para poder usarlos en caso de emergencias y prestar atención a la temperatura a la que los mantienes, que no debe ser demasiado alta. pero tampoco demasiado bajo.

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Fuente:

Humanitas

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