¿Dolor lateral de rodilla? Podría ser el síndrome de la banda iliotibial

Síndrome de la banda iliotibial: un dolor continuo que afecta el costado de la rodilla, particularmente durante (o después) de correr o caminar a paso ligero: esto podría ser el síndrome de la banda iliotibial (también conocido como rodilla del corredor).

La banda iliotibial se encuentra en el área iliotibial, la última parte de la fascia lata, que recubre los músculos superficiales del muslo.

El síndrome de la banda iliotibial es un proceso inflamatorio en esta área; se produce en caso de fricción mecánica, que puede deberse a una sobrecarga en presencia de factores predisponentes.

Intervienen factores anatómicos como el varo de la rodilla, la tibia varo o la dismetría de los miembros inferiores, así como la sobrecarga, la práctica de deportes en terrenos duros o desnivelados o las posturas inadecuadas al correr o caminar.

Síntomas y diagnóstico de la banda iliotibial.

El paciente experimenta dolor en la rodilla, especialmente en la zona lateral exterior, al doblar o extender la articulación, y una sensación de rigidez.

El dolor es tal que impide la continuación de la actividad deportiva y tiende a remitir con el reposo.

Se debe consultar a un especialista si se presentan síntomas.

El diagnóstico suele ser clínico y evalúa la flexibilidad y fuerza muscular, la anatomía de los miembros inferiores, la marcha del paciente y la localización del dolor, incluyendo pruebas específicas.

Los exámenes instrumentales (ultrasonido, radiografías) pueden ser útiles si se requiere un diagnóstico diferencial con otras patologías con síntomas similares.

¿Cómo se trata el síndrome de la banda iliotibial?

El abordaje es inicialmente conservador y pueden estar indicados tratamientos como crioterapia, infiltraciones, terapia con láser y ondas de choque.

Los ejercicios de estiramiento de la fascia lata y la banda iliotibial también pueden ser útiles, así como el uso de plantillas deportivas personalizadas, que se pueden insertar en el calzado durante la práctica de deporte.

Las plantillas amortiguan las tensiones en la rodilla y devuelven el equilibrio a la postura, lo que generalmente permite la vuelta al deporte.

En algunos casos raros, se requiere cirugía.

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Fuente:

Humanitas

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