Amaxofobia, ¿cómo superar el miedo a conducir?

By cristiano antonino On 12 de enero de 2023

La amaxofobia, o miedo a conducir, es una fobia muy extendida y también muy incapacitante. Se manifiesta con síntomas típicos de la ansiedad, desde temblores y sudoración hasta ataques de pánico.

¿QUÉ ES UNA FOBIA?

¿Quién no ha tenido que lidiar nunca con un poco de fobia? Miles de personas tienen miedo a las arañas, por no hablar de los que temen a las abejas o los ratones.

Pero si bien estos son miedos manejables que es poco probable que afecten nuestra vida cotidiana, otras fobias pueden limitar nuestra vida cotidiana.

Una de ellas es la amaxofobia: el miedo a conducir (amaxos, del griego: carruaje)

El miedo a conducir es una fobia en sí misma y, como todas las fobias, se puede aprender de dos maneras diferentes: ya sea a través de algo que el individuo experimenta directamente, una experiencia traumática como un accidente, o a través del aprendizaje de cierta información.

Puede ocurrir, por tanto, que las personas desarrollen este miedo porque han escuchado el relato de un accidente, de una mala experiencia que otros han tenido.

AMAXOFOBIA O 'MIEDO A CONDUCIR

Según algunas investigaciones, la amaxofobia está más extendida de lo que uno podría imaginar y afecta a alrededor del 33% de la población.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta fobia puede tener varios matices: hay personas que no pueden subirse a un coche en absoluto y otras que tienen miedo a circular por autopista, otras que solo pueden hacer las mismas distancias cortas, hay los que no quieren estar solos en un coche o los que no quieren llevar consigo a otras personas, especialmente niños, por miedo a los accidentes.

Quienes padecen esta fobia a menudo también tienen que lidiar con la interferencia de otras formas de ansiedad: como la agorafobia, la claustrofobia o los ataques de pánico.

A menudo, estas personas tienen miedo de conducir porque esto significaría alejarse de lugares donde se sienten seguros o porque creen que pueden sufrir un ataque de pánico mientras conducen y convertirse en un peligro para ellos mismos y para los demás.

¿SE PUEDE CURAR LA AMAXOFOBIA?

Cuando no estamos en presencia de una forma leve de ansiedad (quizás manejable si se acompaña de un conductor más experimentado) sino de una fobia en toda regla, es importante buscar el apoyo de un profesional: en este caso, la terapia cognitivo-conductual. que actúa precisamente sobre estos problemas es útil.

Se procede con un trabajo de desensibilización del miedo, a través de técnicas de relajación.

Este tipo de terapia sirve para desaprender todo lo que mantiene viva la fobia, para modificar actitudes y pensamientos disfuncionales relacionados con el peligro y ayudar al paciente a tener una respuesta no ansiosa y más funcional a la conducción.

En algunos casos también puede ser útil hacer uso de algunas herramientas tecnológicas, como el simulador de realidad virtual (también presente en algunas autoescuelas).

Las terapias cognitivo-conductuales como esta casi siempre logran resolver el problema en unos pocos meses.

Y en la fase final, al final del curso, cuando se considera que el paciente está listo para ponerse al volante, es el psicoterapeuta quien lo acompaña en su 'primer' viaje en automóvil.