Antipiréticos: qué son y para qué se utilizan

Los antipiréticos son medicamentos que se utilizan para reducir la temperatura corporal en caso de fiebre. ¿Cómo? Al estimular los mecanismos de termodispersión como la sudoración

La acción de los antipiréticos se produce a nivel del hipotálamo, donde se encuentran los centros nerviosos que regulan el equilibrio entre la producción y la dispersión del calor corporal (termorregulación).

Si estos mecanismos se ven alterados por estados febriles, los antipiréticos son capaces de normalizar la situación y, en general, también tienen una acción analgésica de amplio espectro.

Antipiréticos: qué y para qué sirven

Los llamados medicamentos antipiréticos ("reductores de la fiebre") incluyen una amplia gama de medicamentos:

– Paracetamol, sin duda el más conocido; es un principio activo indicado en el tratamiento sintomático de la fiebre, la gripe, las enfermedades exantemáticas (caracterizadas por un exantema asociado a la fiebre, como el sarampión, la rubéola, la varicela) y las afecciones de las vías respiratorias.

El paracetamol combina un efecto antipirético con una eficaz actividad analgésica en casos de dolores de cabeza, neuralgias, dolores menstruales, etc.

El paracetamol se tolera bien en el estómago (en comparación con la mayoría de los medicamentos antiinflamatorios del mercado) y, por lo tanto, se usa ampliamente en niños pequeños, sobre todo porque tiene un riesgo extremadamente bajo de interacción con otros medicamentos.

– Ibuprofeno, activo antifebril y analgésico que ejerce una suave acción antiinflamatoria. Por lo tanto, el ibuprofeno tiene un rango de aplicación más amplio pero también algunos efectos secundarios más que el paracetamol: los problemas gástricos o el asma son los principales riesgos. No debe tomarse con el estómago vacío.

– Ácido acetilsalicílico, activo de amplio espectro indicado en el tratamiento de los síndromes gripales y resfriados pero también para el tratamiento de dolores de cabeza y muelas, neuralgias, dolores menstruales, dolores reumáticos y musculares. El ácido acetilsalicílico no debe usarse (o solo debe tomarse por consejo médico) si uno está tomando anticoagulantes o tiene problemas de coagulación e hipertiroidismo.

Otros medicamentos que tienen un efecto antipirético son los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como la nimesulida, el ácido niflúmico, el naproxeno, el flurbiprofeno y el ketoprofeno.

Efectos secundarios de los antipiréticos

Los antipiréticos también tienen efectos secundarios que, por supuesto, varían según el tipo de fármaco que se tome, la posología y las características propias del individuo.

Por ejemplo, el paracetamol está contraindicado en casos de hipersensibilidad al principio activo, en pacientes con anemia hemolítica severa o insuficiencia hepatocelular severa.

Sus efectos secundarios más comunes son:

  • Dolor abdominal;
  • Diarrea;
  • Erupciones cutáneas (eritema, urticaria);
  • Reducción de la presión arterial.
  • Ácido acetilsalicílico: trastornos relacionados

En el caso del ácido acetilsalicílico, sin embargo, conviene recordar que no está recomendado para menores de 14 años (salvo prescripción médica) y está contraindicado en caso de hipersensibilidad a los salicilatos o AINE.

Los efectos secundarios más comunes incluyen:

  • Trastornos gastrointestinales (gastritis, náuseas y vómitos, reflujo gastroesofágico, úlcera péptica);
  • Tinnitus, mareos y zumbidos;
  • Erupciones cutáneas;
  • Taquicardia.

Efectos secundarios del ibuprofeno

Tomar ibuprofeno también puede dar lugar a diversas molestias de diferente tipo e intensidad; los principales incluyen:

  • Problemas gastrointestinales (flatulencia, dispepsia, úlcera péptica);
  • asma;
  • Púrpura;
  • Somnolencia y mareos;
  • Palpitaciones

Efectos indeseables de los antiinflamatorios no esteroideos

La clase de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos puros implica una variedad de quejas, que incluyen:

  • palpitaciones o taquicardia;
  • Aumento de la presión arterial;
  • Mareos o somnolencia;
  • Dificultad para concentrarse;
  • Erupciones cutáneas;
  • Trastornos gastrointestinales (úlcera péptica o gástrica, sangrado y hemorragias intestinales, inflamación de los intestinos).

Cuándo tomar antipiréticos

Se recomienda tomar medicamentos antipiréticos cuando se superan las temperaturas corporales normales: es decir, en casos de fiebre.

Existe, sin embargo, una tendencia a abusar de los antitérmicos, y a tomar estos fármacos incluso ante síntomas diferentes, olvidando entre otras cosas que la fiebre suele ser un mecanismo de defensa de nuestro organismo que, aunque molesto, pretende combatir las infecciones estimulando el respuesta del sistema inmunitario frente a patógenos.

Por lo tanto, siempre es importante consultar a su médico antes de tomar un medicamento, incluso leve, para evaluar su necesidad y utilidad caso por caso.

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