Autoexamen de mamas: cómo, cuándo y por qué

El propósito del autoexamen de mamas es permitir que cada mujer se conozca a sí misma, para que pueda detectar cualquier cambio en sus senos.

Es fácil realizar el autoexamen de los senos por su cuenta

El mejor momento es una semana después de que termine su período, cuando sus senos están menos tensos (si está en la menopausia o embarazada, cualquier día está bien).

A partir de los 20 años, es una buena idea examinarse las mamas una vez al mes para aprender a evaluar su apariencia y consistencia.

1. Dos observaciones especiales

Párese frente a un espejo, sin camisa.

Coloque sus manos sobre sus costillas y observe de cerca sus senos. Lo que debe tener en cuenta es cualquier cambio de forma, hinchazón, diferencias en los pezones en comparación con el pasado o enrojecimiento.

2. ¡Manos arriba!

Ahora levante los brazos por encima de la cabeza y vuelva a mirar sus senos: ¿hay algún cambio o hinchazón que no pudiera ver antes?

Compruebe también el pezón: ¿se ha encogido o se ha vuelto más prominente? ¿Está secretando líquido?

3. Ponerse en acción

Ahora es el momento de tocar, preferiblemente acostado.

Comience con el seno izquierdo y coloque su mano izquierda detrás de su cuello.

Con la mano derecha, palpe la mama presionándola contra su pecho, tratando de apreciar su consistencia y cualquier cambio: en particular, preste atención a cualquier engrosamiento que nunca antes haya sentido.

Repita con el pecho derecho.

Autoexamen de mamas: ¡también se aplica a los hombres!

El cáncer de mama también puede afectar a los hombres, aunque con menos frecuencia.

Por lo tanto, la auto palpación también es importante para ellos.

Como todo lo demás, el autoexamen es muy importante, pero no es perfecto: hay casos en los que el tumor de mama no muestra signos evidentes y no presenta cambios reconocibles a simple vista.

Autoanálisis y más: cosas que ayudan a prevenir el cáncer de mama

Hay tres flechas muy importantes en el arco de toda mujer para prevenir el cáncer de mama.

La primera es pedirle a su ginecólogo que le revise las mamas durante los chequeos regulares; la segunda es la mamografía, recomendada a partir de los 40 años, que es importante para descubrir cualquier bulto que no sea palpable.

El tercero, y el más simple de todos, es el autoexamen de las mamas, que es la mejor manera de detectar cualquier problema en una etapa temprana y minimizar las consecuencias.

Esto es lo que siempre debe tener en cuenta durante el autoexamen de los senos:

  • cambios en la forma y el tamaño de uno o ambos senos
  • hinchazón o engrosamiento en el área de los senos o axilas
  • pliegues, enrojecimiento, flacidez o arrugas de la piel
  • bultos en el pecho
  • cambios en la apariencia de los pezones o una hendidura repentina de los pezones (a menos que sea la apariencia natural de los pezones o algo que ya haya sido investigado por su médico)
  • inflamación, enrojecimiento o sensación de calor en la piel de la mama o la areola.

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Fuente:

Policlínico de Milán

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