Criptorquidia, la incapacidad del testículo para descender al escroto

La criptorquidia es la incapacidad del testículo para descender al escroto y es la anomalía más común del sistema urogenital masculino en la infancia.

Este tipo de problema muchas veces puede estar asociado a otras anomalías localizadas en la zona, como las hernias inguinales.

La condición médica se desarrolla en la etapa embrionaria: cuando el feto se está formando, normalmente, los testículos descienden al escroto desde la cavidad abdominal, pasando por el canal inguinal.

Sin embargo, puede ocurrir que uno o ambos se detengan en algún punto del camino, alterando la estructura anatómica normal, con las consiguientes consecuencias sobre la fertilidad: en la criptorquidia, la probabilidad de reducción de espermatozoides y hormonas en la edad adulta aumenta significativamente.

Pero veamos más concretamente qué es la criptorquidia, cómo se diagnostica y trata.

SALUD DEL NIÑO: APRENDA MÁS SOBRE MEDICHILD VISITANDO EL STAND DE LA EXPO DE EMERGENCIA

¿Qué es la criptorquidia?

El término criptorquidia deriva del griego “cryptos” que significa oculto y “orcus” que significa testículo, por lo que podría traducirse literalmente como “testículo oculto”.

La palabra muy explícita se refiere a aquella condición en la que uno o ambos testículos no han descendido al saco escrotal y por lo tanto no son visibles y, en algunos pacientes, ni siquiera palpables porque su descenso se ha detenido demasiado prematuramente durante el desarrollo.

En la mayoría de los casos la criptorquidia es unilateral, es decir, afecta a un solo testículo, pero puede ocurrir que sea bilateral, afectando a ambos testículos.

Generalmente es una enfermedad congénita, aunque muy raramente es posible encontrar formas adquiridas, provocadas por otros factores.

Como se mencionó anteriormente, en la formación del feto los testículos parten de la cavidad abdominal y descienden, pasando por el canal inguinal, hasta el escroto, que es su ubicación definitiva. Puede ocurrir que este camino fisiológico se interrumpa y por tanto el testículo se detenga, ubicándose en un punto diferente al testículo.

¿Qué impacto tiene la criptorquidia?

La patología está bastante extendida y afecta al 3-5% de los niños nacidos a término y al 10-30% (un porcentaje considerablemente mayor) de los niños prematuros.

En alrededor del 75% de los casos, esta afección se resuelve espontáneamente dentro del año de edad, después de lo cual solo una pequeña proporción de niños sigue afectada.

Después del año de edad, la falta de descenso de uno o ambos testículos se considera patológica y probablemente será necesaria una cirugía para resolverla.

La criptorquidia patológica a menudo se asocia con otras anomalías congénitas malformativas, como el síndrome de Prader-Willi y el síndrome de Noonan.

Clasificación de criptorquidia

La criptorquidia se puede clasificar según la posición que ocupa el testículo.

Por tanto, según se ubique en un lugar anatómico más o menos “alto”, distinguimos:

  • Criptorquidia verdadera o testículo no descendido. El testículo está en una posición muy alta, en la cavidad abdominal. Por este motivo, no solo no es visible sino que además será imposible palparlo. Si el testículo no descendido no se coloca correctamente a la edad de un año, es probable que se necesite una operación.
  • Criptorquidia ectópica. Este es probablemente un caso más grave, porque el testículo se encuentra fuera del camino fisiológico de descenso. Este tipo de criptorquidia en casi todos los casos requerirá cirugía.
  • Criptorquidia con testículo retráctil. A veces puede suceder que el testículo regrese al interior del saco escrotal en algún momento. Afortunadamente, en este caso no es necesaria la cirugía ni terapias especiales porque el testículo logra volver a su asiento con algunas maniobras.
  • Criptorquidia con descenso testicular incompleto. El testículo se encuentra en la vía fisiológica de descenso, muy cerca de su ubicación definitiva: durante la formación embrionaria, sin embargo, se detiene a nivel del canal inguinal u orificio inguinal externo. Es la forma menos grave de la enfermedad y es más probable que se resuelva espontáneamente.

No olvidemos que también existe la criptorquidia adquirida, en la que el testículo desciende al nacer pero vuelve a subir tras un evento externo, como una hernia: en este caso ya no se puede reposicionar en su asiento.

Entonces es posible que uno (monorquidia) o ambos (anorquidia) testículos no se hayan formado realmente y, por lo tanto, estén ausentes en alguna parte del cuerpo: aquí también, cualquier intervención será imposible.

Las causas

Entre las causas de la criptorquidia parece haber una alteración hormonal, provocada por unas sustancias ambientales, llamadas disruptores endocrinos.

Sin embargo, es posible que también existan causas mecánicas o genéticas.

Sin embargo, también existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de criptorquidia, como el parto prematuro, el bajo peso al nacer y condiciones especiales de la madre durante el embarazo, como la diabetes o el tabaquismo.

No hay síntomas particulares atribuibles a la enfermedad criptorquidea, los pacientes no se quejan de dolor o malestar.

El problema surge, sin embargo, si la condición no se trata de la manera correcta, lo que lleva a importantes consecuencias a largo plazo.

Comencemos describiendo lo más molesto: la criptorquidia provoca la formación de una masa anómala que puede provocar dificultad para caminar.

Cualquier degeneración también puede dar lugar a otras complicaciones, como torsión testicular, hipogonadismo e impotencia.

Un efecto grave de la criptorquidia no tratada también puede ser la infertilidad, por lo que es bueno tratar la patología de la mejor manera posible, aunque sea asintomática, respetando el momento adecuado para evitar complicaciones.

Si se descuida durante mucho tiempo, la criptorquidia también facilita la formación de neoplasias localizadas: la causa parece ser la temperatura del testículo, que es un grado superior a la que tendría en el saco escrotal.

El diagnostico

Identificar cualquier criptorquidia en un recién nacido no es nada complicado y un examen objetivo por parte de un médico (normalmente un pediatra) suele ser suficiente para un diagnóstico correcto.

Las pruebas de laboratorio se hacen necesarias cuando la criptorquidia se asocia con un desarrollo anormal de la uretra: en este caso también se considerará la posibilidad de anorquia.

Se pueden prescribir:

  • Ultrasonido inguinal y escrotal
  • MRI del abdomen
  • Control de hormonas como LH y FSH
  • Cariograma, o la representación del kit cromosómico de un individuo
  • Evaluación de testosterona

En caso de aparición de criptorquidia en la edad adulta, es recomendable consultar con su médico de cabecera, quien podrá derivarlo al especialista más adecuado para tratar el problema con el fin de descartar causas desencadenantes mucho más graves.

El tratamiento

Como hemos visto, la gran mayoría de los niños que nacen con criptorquidia se recuperan espontáneamente en el primer año de vida.

Si, por desgracia, esto no sucede, es recomendable intervenir con prontitud para evitar las complicaciones que hemos comentado.

El objetivo, obviamente, es volver a poner el testículo en su lugar no más tarde de cumplir el segundo año de vida, con un tratamiento lo menos invasivo posible.

En el niño que padece criptorquidia y que ha pasado el año de vida, intervendremos inicialmente con una terapia médico-farmacológica que consiste en la administración de hormonas, en concreto gonadotropinas.

Este remedio debe ser oportuno ya que puede administrarse dentro de los 18 meses de vida y, aunque se administre en el momento adecuado, esta cura tiene una probabilidad de éxito bastante baja, funcionando solo en el 15-30% de los casos.

Si el problema persiste, se evaluará la cirugía para volver a colocar el testículo en su lugar, llamada orquidopexia u orquidopexia.

Cualquiera que haya sido la resolución del problema, es importante que quienes hayan padecido criptorquidia se realicen controles periódicos por parte de un andrólogo especialista, quien evaluará periódicamente el estado y si es necesario realizar más pruebas.

Efectos sobre la fertilidad

Como hemos visto, a pesar de la ausencia de síntomas, es fundamental intervenir con prontitud en los casos de criptorquidia porque podría conducir a la infertilidad.

La infertilidad también podría ocurrir si la condición médica se trata demasiado tarde: por lo tanto, si un niño continúa con criptorquidia incluso después del primer año de edad, consulte con su pediatra de inmediato.

De hecho, si se descuida, la enfermedad criptorquídea podría provocar la falla en el desarrollo del tejido seminal, por lo tanto, una atrofia progresiva del testículo que conduce a una producción deficiente o nula de espermatozoides, lo que conduce a una condición de infertilidad irreversible.

Lee también

Emergency Live Aún más… Live: Descargue la nueva aplicación gratuita de su periódico para IOS y Android

Qué debe contener un botiquín de primeros auxilios pediátrico

Quemaduras químicas: tratamiento de primeros auxilios y consejos de prevención

Maniobra de Heimlich: descubre qué es y cómo hacerla

Quemadura eléctrica: tratamiento de primeros auxilios y consejos de prevención

Seguridad en el Hogar para Niños Pequeños: Niños en Casa, Información para Padres

¿Mi hijo tiene TDAH? Cómo detectar los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Atresia Pulmonar: Qué Es, Síntomas, Causas Y Tratamiento

Defecto del tabique interventricular: qué es, causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Fuente

páginas blancas

Quizás te interese