Enfermedades autoinmunes: cuidado y tratamiento del vitíligo

By cristiano antonino On 30 de septiembre de 2022

El vitíligo es una enfermedad autoinmune caracterizada por la destrucción de las células productoras de melanina (melanocitos) por parte de las células inmunitarias (linfocitos T citotóxicos)

Se manifiesta por la presencia de manchas blancas en la piel: son manchas hipocrómicas/acrómicas debido a la ausencia de pigmento melánico en las zonas afectadas de la piel.

Como todas las enfermedades autoinmunes, el vitíligo tiene un curso impredecible y su manejo terapéutico es muy complejo

Los pacientes con vitíligo sufren mucho de esta condición en la que el deterioro estético puede tener consecuencias psicológicas y sociales perjudiciales.

Los pacientes consideran esta condición desfigurante, motivo de disminución de su autoestima y de su calidad de vida, sobre todo cuando se ven afectadas las zonas más visibles, como el rostro.

Por este motivo, es fundamental un abordaje terapéutico adecuado que integre las terapias farmacológicas con el apoyo psicológico.

Existe evidencia que sustenta la importancia del apoyo psicológico cognitivo-conductual para volver a aceptar la propia imagen, resultando en una mejoría a nivel psicológico que se refleja en el curso de la enfermedad.

La terapia de vitíligo tiene como objetivo restaurar el aspecto original de la piel, estabilizando el proceso de despigmentación y favoreciendo la repigmentación de las manchas.

Dado que los melanocitos responden lentamente a la terapia, se debe presupuestar un período de tiempo de 6 a 12 meses para obtener resultados satisfactorios.

Terapia local para el vitíligo

La terapia local para el vitiligo se basa en la aplicación a nivel de los parches de cremas a base de cortisona (corticoides tópicos) 1-2 veces al día durante un período variable de 2-4 meses o inhibidores de la calcineurina (tacrolimus y pimecrolimus).

El tratamiento con corticoides tópicos se recomienda únicamente en vitíligo localizado.

En niños, se recomiendan corticosteroides de menor potencia o inhibidores de la calcineurina, particularmente en las áreas más sensibles donde los corticosteroides están contraindicados.

También se han obtenido resultados alentadores con el láser excimer, que es capaz de emitir una luz monocromática similar a la UVB utilizada en fototerapia con la diferencia de una mayor selectividad para los parches de vitíligo.

Por tanto, está particularmente indicado en pacientes con formas localizadas, también en combinación con terapia tópica local.

Fototerapia UVB y helioterapia para el tratamiento del vitíligo

Ante la presencia de una forma más difusa de vitiligo, el tratamiento de primera elección es la fototerapia UVB de banda estrecha (NB-UVB), una terapia que hace uso de lámparas mediante las cuales se aprovechan los efectos beneficiosos de los rayos UVB sobre la estimulación de los melanocitos para promover la repigmentación de los parches.

La microfototerapia se basa en la exposición a la luz UVB solo a nivel de las zonas afectadas, con una reducción de la dosis total de exposición y la ventaja de no aumentar el contraste de color entre la piel sana y las manchas.

Se recomienda solo si el área afectada no supera el 20 por ciento de la superficie corporal.

La fototerapia a menudo se combina con la terapia tópica y la ingesta de suplementos que contienen vitaminas y un conjunto de antioxidantes (ácido alfa lipoico, extracto de Polypodium leucomotos, vitamina C, vitamina E) que favorecen el proceso de repigmentación.

Muchos suplementos diferentes destinados a estimular la pigmentación están actualmente disponibles comercialmente, para tomar solos o en combinación con fototerapia o helioterapia.

Puede ser útil administrar vitamina D, que se recomienda en presencia de una enfermedad autoinmune por su efecto inmunomodulador.

Además, también tiene receptores presentes a nivel de melanocitos, lo que lleva a especular que su efecto beneficioso también podría ejercerse directamente a nivel de melanocitos. La dosis de administración de vitamina D debe determinarse después de medir los valores basales.

Durante el período estival, la fotoexposición se puede considerar como un verdadero tratamiento

Para potenciar la eficacia terapéutica de los rayos UVB sobre las manchas, puede ser útil aplicar fotoprotectores específicos de vitíligo a nivel de las zonas despigmentadas, que tienen la función de evitar las quemaduras solares estimulando el efecto helioterapéutico en compensación.

En asociación, es fundamental aplicar un protector solar spf 50+ en las zonas sanas para reducir su pigmentación y así minimizar el contraste de color.

En ausencia de respuesta a las terapias, la enseñanza de técnicas de camuflaje con cosméticos opacos puede ser útil para mejorar la apariencia estética y mejorar la calidad de vida del paciente.

En las formas universales de vitíligo, se puede considerar la posibilidad de despigmentar áreas de pigmentación residual con productos específicos, pero reservándose solo para casos cuidadosamente seleccionados debido a los posibles efectos secundarios de tales sustancias, el impacto psicológico de la despigmentación permanente y la alta fotosensibilidad resultante.

¿Hay algo nuevo planeado para el tratamiento del vitíligo?

Actualmente, aún no se ha aprobado un fármaco con indicación específica para el vitíligo.

Una esperanza la brindan los inhibidores de la quinasa JAK, Ruxolitinib y Tofacitinib, medicamentos que pueden suprimir la actividad de los linfocitos citotóxicos responsables de la destrucción de melanocitos en pacientes con vitíligo.

Tofacitinib, actualmente aprobado para el tratamiento de la artritis reumatoide, ha demostrado ser eficaz para repigmentar las placas de vitíligo en pacientes tratados por artritis reumatoide.

Dadas las graves reacciones adversas de estos fármacos cuando se administran sistémicamente, el interés se ha centrado en el desarrollo de formulaciones para su aplicación tópica.

Un estudio reciente en el que se investigó la eficacia de una crema que contenía ruxolitinib proporcionó resultados alentadores y abrió nuevas perspectivas para el tratamiento tópico del vitíligo.