Depresión posparto: cómo reconocer los primeros síntomas y superarla

La depresión posparto, también llamada depresión posparto, depresión puerperal y abreviado DPP, es un trastorno que afecta, con diversos grados de gravedad, entre el 8 y el 12 % de las nuevas madres: en Italia se puede estimar que de 576,659 46,000 nacimientos al año por lo menos 2008 mujeres pueden sufrir DPP (datos ISTAT XNUMX)

La PLD representa un problema de salud pública de considerable importancia, considerando el sufrimiento subjetivo de la mujer y sus familiares, así como las limitaciones y costos directos e indirectos por el deterioro de su funcionamiento personal, social y laboral.

¿Cuándo aparecen los primeros síntomas de la depresión posparto?

La depresión posparto tiene un inicio variable; generalmente comienza entre la semana 6 y 12 después del nacimiento del niño.

Reconocer los síntomas de la depresión posparto

La mujer se siente triste sin razón, irritable, fácil de llorar, no está a la altura de las tareas que tiene por delante.

Además, un sentimiento recurrente entre las nuevas madres, que se enfrentan a este problema, es la vergüenza mezclada con la culpa.

En el sentimiento común, se da por sentado que una nueva madre debe estar feliz en todo momento.

Este es un falso mito.

El miedo a ser considerada una madre inadecuada, alimentado por expectativas poco realistas, puede llevar a las mujeres a sentirse culpables y no dispuestas a buscar ayuda, olvidando que se necesita tiempo para adaptarse a la maternidad.

Es bueno recordar: no se nace padre, se llega a serlo.

Causas de la depresión posparto

Las causas de la depresión posparto aún no se conocen por completo.

Sin embargo, ciertos factores de riesgo enumerados en la literatura científica son ciertos:

  • haber sufrido ansiedad o depresión durante el embarazo
  • haber padecido ansiedad y depresión anteriormente, incluso antes del embarazo;
  • familiaridad con psiquiátrico trastornos (es decir, tener familiares cercanos que los padezcan);
  • experimentando o habiendo experimentado recientemente situaciones muy estresantes, como duelo, separación, pérdida de trabajo;
  • vivir una condición de escaso apoyo familiar o social, con relaciones afectivas precarias y falta de redes sociales a las que acudir en caso de dificultad;
  • dificultades económicas o precariedad;
  • sufre de síndrome premenstrual o trastorno disfórico premenstrual;
  • sufre de trastornos de la función tiroidea;
  • haber recurrido a técnicas de fecundación asistida.

La relación entre madre e hijo se ve afectada

El trastorno también interfiere con la capacidad de la mujer para establecer un intercambio de comportamiento y emociones con su hijo.

De hecho, el 67% de las madres deprimidas reportan dificultades en la interacción y apego.

El intercambio ha sido reconocido como esencial para una relación madre-hijo efectiva, capaz de prevenir consecuencias a largo plazo en el desarrollo cognitivo, social y emocional del niño.

Depresión posparto y psicosis posparto

La PPD debe distinguirse de la llamada psicosis posparto, también conocida como psicosis puerperal, un trastorno muy raro y más grave en sus manifestaciones.

Las mujeres que la padecen presentan estados de gran confusión y agitación, cambios severos de humor y comportamiento, a menudo alucinaciones y delirios.

Estos estados son muy raros.

Depresión posparto y baby blues

La PPD también debe distinguirse de una reacción bastante común, llamada 'baby blues' ('blues' significa melancolía), caracterizada por un sentimiento indefinible de melancolía, tristeza, irritabilidad e inquietud, que alcanza su punto máximo 3-4 días después del nacimiento y tiende a desaparecen en unos pocos días, generalmente dentro de los primeros 10-15 días después del nacimiento.

Su aparición se debe principalmente al cambio hormonal drástico en las horas posteriores al parto (descenso de estrógenos y progesterona) y al agotamiento físico y psíquico provocado por el trabajo de parto y el parto y puede presentarse en más del 70% de las madres.

La depresión posparto, en cambio, presenta síntomas más intensos y duraderos.

¿Cómo superar la depresión posparto?

Si notas que el tiempo pasa y síntomas como tristeza, ansiedad, apatía, trastornos del sueño, etc. no remiten, lo mejor es hablar con un médico, quizás en establecimientos de salud de la zona, como centros psicosociales. o centros de asesoramiento.

El médico le aconsejará qué hacer, dependiendo de la gravedad de la situación.

A veces, simplemente hablar con alguien mejorará la situación.

Muchas ansiedades y miedos se magnifican al mantenerlos ocultos, porque crees que eres el único que los experimenta, cuando en realidad son bastante comunes.

Hay tres niveles principales de posibilidades de intervención:

A) Autoayuda

Si los síntomas son realmente muy leves, si es baby blues o poco más, no hay necesidad de hacer nada específico, pero sin duda algunos pequeños pasos son de gran importancia:

No oculte el malestar, pero háblelo con su pareja, familia, amigos;

Trate de descansar lo más posible: el cansancio es un fuerte aliado de la depresión;

Trate de comer una dieta saludable y hacer alguna actividad física, quizás al aire libre.

B) Psicoterapia

Existen varios tipos de psicoterapia que pueden ayudar a afrontar y superar la depresión posparto, ya sea solas o en combinación con un tratamiento farmacológico.

Estos incluyen, en particular, la terapia cognitivo-conductual.

C) Terapia farmacológica

No tiene sentido ocultarlo: la depresión en general todavía se considera un trastorno 'menor', algo por lo que no hay que preocuparse demasiado, y los medicamentos específicos para este trastorno a menudo se ven con recelo, especialmente cuando se trata de administrarlos durante momentos delicados. etapas de la vida, como el embarazo o la lactancia.

Si alguien tiene dolor de corazón, todos se preocupan y recomiendan tomar tal o cual medicamento.

Si, por el contrario, alguien sufre un trastorno del estado de ánimo, no nos preocupamos, lo minimizamos, lo descuidamos.

En cambio, el trastorno debe abordarse con las herramientas disponibles, que incluyen medicamentos.

Estos incluyen, por ejemplo, antidepresivos y ansiolíticos: algunas formulaciones también son seguras durante la lactancia y se pueden tomar con confianza.

Remedios y factores protectores contra la depresión posparto

Ciertas estrategias pueden ser factores protectores frente a la aparición de la depresión.

Es posible que no lo impidan por completo, pero pueden mitigarlo o ayudar a las mujeres a sobrellevarlo mejor brindándoles fuerza y ​​apoyo.

Veamos cuáles son:

  • La posibilidad de un buen descanso en las primeras semanas después del parto. Lo sabemos bien: con un bebé recién nacido en casa lo primero que salta es el ritmo del sueño, pero la madre debe intentar dormir lo máximo posible, por ejemplo descansando cuando el bebé está descansando. Puede ayudar, en este sentido, pedir ayuda a los familiares en las pequeñas tareas domésticas, y limitar las visitas de familiares y amigos en los primeros días tras el regreso a casa.
  • Una dieta adecuada y equilibrada con alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 (pescado, nueces, aceite de linaza) y baja en estimulantes como el alcohol y el café.
  • Un buen aporte de vitamina D: una vida sana al aire libre es suficiente para abastecerse, pero si es necesario pide a tu médico que te controle la dosis con un análisis de sangre para valorar si es necesaria una suplementación.
  • Una buena relación con la pareja, que en las primeras semanas después del parto tiene la delicada y hermosa tarea de apoyar a la madre y no dejarla sola mientras 'aprende' su nuevo oficio.
  • Una buena red de familiares y amigos que, por ejemplo, pueden ofrecer una valiosa ayuda con las tareas del hogar.

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