Desviación del tabique nasal: síntomas y tratamiento

El tabique nasal está formado por hueso y cartílago y divide la cavidad nasal en dos unidades llamadas fosas nasales, a las que se accede a través de las fosas nasales. Cuando está torcido, generalmente se lo denomina "tabique desviado".

Esta condición es común a muchas personas: alrededor del 80 por ciento de la población, la mayoría de ellos sin saberlo, tienen una desalineación del tabique nasal, que en algunos casos puede dificultar la respiración.

Entre otras cosas, el tabique es particularmente frágil, e incluso un ligero golpe o lesión en la nariz puede hacer que se desvíe.

Tabique desviado: síntomas

Como regla general, el síntoma más común de un tabique desviado es la congestión nasal, generalmente con un lado de la nariz más congestionado que el otro, junto con dificultad para respirar.

Otros síntomas frecuentes pueden ser:

– problemas para dormir;

– respiración ruidosa y ronquidos;

– dolor facial o dolor de cabeza.

Muchas personas, sin embargo, tienen un tabique ligeramente desviado que no causa ningún problema en particular.

Desviación del tabique nasal: ¿qué pruebas se deben hacer?

Las personas que siempre sienten la nariz tapada y tienen dificultad para respirar deben consultar a un otorrinolaringólogo.

Las causas de estos síntomas pueden ser variadas y es importante investigarlas con prontitud.

Después de examinar la nariz y las áreas adyacentes, el especialista puede sugerir que el paciente se someta a exámenes adicionales como:

– Endoscopia nasal: se usa un tubo flexible llamado 'endoscopio' para examinar las fosas nasales con más detalle;

– TAC de macizo facial: prueba de imagen que permite estudiar en detalle las estructuras óseas de la nariz y los senos paranasales.

¿Cómo se trata el tabique desviado?

La mayoría de las personas con tabique desviado no necesitan un tratamiento especial.

Si el problema es incapacitante para el paciente, ya que le impide respirar con normalidad, puede ser necesaria una cirugía de corrección funcional del tabique nasal (septoplastia), para realinear el tabique nasal desviado.

La septoplastia es una operación funcional y no implica cambiar la forma de la nariz.

Durante la septoplastia, el cirujano, trabajando dentro de la nariz, hace una pequeña incisión en el tabique y elimina el exceso de hueso o cartílago para nivelar el espacio de respiración de las fosas nasales.

Después de la operación no habrá hematomas ni hinchazón de la nariz, y en la mayoría de los casos no habrá dolor.

Si es posible, lo mejor es esperar a que la nariz deje de crecer, alrededor de los 15 años, para operarse.

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Fuente:

Humanitas

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