Diabetes tipo 1 y tipo 2: ¿cuáles son las diferencias?

La diabetes mellitus es una enfermedad causada por la suma de varios factores, particularmente en los países occidentales. Estos incluyen, por un lado, el progresivo envejecimiento de la población, los malos hábitos alimentarios y el consiguiente aumento del número de personas obesas; por otro lado, el aumento del diagnóstico precoz y, por otro lado, la disminución de la tasa de mortalidad de los pacientes diabéticos

Diabetes mellitus: que es y que la causa

La diabetes está provocada por la hiperglucemia, es decir, un aumento del nivel de glucosa en sangre, debido a un defecto en la secreción o acción inadecuada de la insulina, la hormona producida por las células del páncreas y responsable de controlar los niveles de azúcar.

Hay dos tipos diferentes de diabetes mellitus: la diabetes tipo 1, que afecta entre un 3% y un 5% de los diabéticos, y la diabetes tipo 2, más común, que afecta a más del 90% de los pacientes con diabetes.

Se trata de dos enfermedades muy diferentes, tanto por su aparición y tratamiento como por su impacto en la vida de los pacientes.

Aunque a veces es una enfermedad sutil, que puede ocurrir sin ningún síntoma obvio y permanecer en silencio durante algún tiempo, en los casos agudos los síntomas de presentación incluyen fatiga, poliuria (aumento del volumen urinario) con polidipsia posterior (aumento de la sed), pérdida de peso y dolor abdominal. .

Las consecuencias a largo plazo de la hiperglucemia llevan a la aparición de las temidas complicaciones de la diabetes: retinopatía, nefropatía, neuropatía y enfermedades cardiovasculares (enfermedad coronaria, ictus, arteriopatía de miembros inferiores).

La diabetes mellitus se puede diagnosticar con una simple prueba de glucosa en sangre utilizando una muestra de sangre normal.

Diabetes tipo 1: una enfermedad autoinmune grave

La diabetes tipo 1 tiende a aparecer sobre todo en la infancia y la adolescencia (pero más raramente también en pacientes adultos) y está provocada por una falta total de insulina, provocada por la destrucción de las células beta del páncreas por la aparición de autoanticuerpos.

Aún no conocemos las causas reales de esta respuesta inmune anormal, pero parece estar asociada con factores hereditarios influenciados por determinantes ambientales (por ejemplo, ciertas infecciones virales).

Diabetes tipo 2: una enfermedad multifactorial

La diabetes tipo 2, por otro lado, tiende a ocurrir después de los 30-40 años.

Varios mecanismos están implicados en la génesis de esta patología metabólica, pero clásicamente el defecto inicial es la resistencia a la insulina, es decir, la acción reducida de la insulina en los órganos diana, lo que conduce por un lado a una producción hepática excesiva de glucosa y por otro a su uso reducido. por los músculos.

Entre los factores de riesgo más importantes para la aparición de diabetes tipo 2 se encuentran los antecedentes familiares, un estilo de vida sedentario, una dieta demasiado rica en grasas y azúcares y el sobrepeso.

La hiperglucemia en esta enfermedad puede tener un inicio paulatino, razón por la cual la diabetes tipo 2 puede comportarse de forma silenciosa durante varios años, antes de llevar al desarrollo de síntomas y muchas veces al inicio ya pueden estar presentes complicaciones propias de la enfermedad.

¿Es posible prevenir la diabetes?

Lamentablemente, actualmente no es posible prevenir la aparición de la diabetes tipo 1, aunque se están realizando estudios sobre la posibilidad de intervenir en las primeras etapas de la enfermedad.

Sin embargo, es posible prevenir la diabetes tipo 2 adoptando una dieta saludable baja en grasas y calorías, haciendo ejercicio regularmente y evitando el sobrepeso.

Estas medidas son especialmente eficaces en el caso de la diabetes tipo 2: hay estudios que confirman que un estilo de vida adecuado es más eficaz que la intervención farmacológica para reducir los niveles de azúcar en sangre.

Insulina y fármacos hipoglucemiantes: opciones de tratamiento

La diabetes tipo 1 solo se puede tratar con insulina.

La insulina se puede administrar con inyecciones subcutáneas clásicas o con sistemas de infusión continua (la bomba).

Con este tratamiento, que debe ser continuo y de por vida, los pacientes pueden llevar una vida diaria normal.

Sin embargo, es muy importante que remitan a centros especializados y multidisciplinares, tanto para el tratamiento de la propia diabetes como para el tratamiento de las complicaciones que puedan surgir asociadas a esta enfermedad.

Para el tratamiento del tipo 2, sin embargo, tenemos varias opciones terapéuticas disponibles y, de hecho, en los últimos años hemos visto la introducción de varios medicamentos nuevos 'innovadores' que cambiarán significativamente la práctica clínica en los próximos años, habiendo demostrado también que tienen un beneficio significativo sobre el riesgo cardiovascular, que es la principal causa de mortalidad en la diabetes tipo 2.

En particular, se hace referencia a los análogos de GLP-1 (péptido 1 similar al glucagón), una hormona cuya función es facilitar la secreción de insulina, producida por las células intestinales tras la ingestión de alimentos; ya las gliflozinas, o inhibidores del cotransportador sodio-glucosa 2 (SGLT2), que promueven la eliminación de glucosa a través de la orina, a través de la acción sobre un receptor renal.

Sin embargo, hay que señalar que no existe un tratamiento farmacológico único que sea válido para todos los pacientes con d tipo 2: los tratamientos deben adaptarse a las necesidades de cada paciente, en función de sus características e historia clínica.

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Fuente:

Humanitas

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