Diarrea del viajero: consejos para prevenirla y tratarla
La diarrea del viajero es un trastorno frecuente cuando se viaja al extranjero, especialmente cuando se llega a destinos con estándares de higiene más bajos que en el país de origen
El trastorno provoca descargas diarreicas líquidas acompañadas de un olor desagradable y, a veces, fatiga y vómitos.
La diarrea del viajero dura de 3 a 5 días a menos que se vuelva crónica y generalmente aparece temprano en la estadía.
Las vías de contagio son muchas: desde la ingestión de alimentos contaminados hasta el uso de ropa de cama, toallas y vajillas infectadas.
Para reducir el riesgo, la prevención es fundamental: potenciar las defensas inmunitarias y respetar ciertas normas de alimentación e higiene personal.
El agua, por ejemplo, tiene un riesgo muy alto de contaminación y, por lo tanto, debe purificarse con desinfectantes especiales, los alimentos no deben consumirse crudos y las manos deben lavarse bien con geles desinfectantes.
Causas de la diarrea del viajero
La diarrea del viajero es causada por el contacto con microorganismos de varios tipos, pero la cepa más comúnmente involucrada es la bacteria Escherichia coli, implicada en el 50% de los casos.
El contagio generalmente ocurre por la ingestión de alimentos y líquidos contaminados o por el contacto con paños, toallas y platos que no se han limpiado adecuadamente.
Las defensas inmunitarias de los viajeros que provienen de países con un alto nivel de higiene se ven desplazadas ante estos desconocidos microorganismos y por tanto son incapaces de organizarse a tiempo para proteger al organismo.
Pero hay otros factores que contribuyen a la aparición de la diarrea: desde el estrés por el jet-lag hasta los cambios climáticos, desde la altitud hasta cambios bruscos en los hábitos alimentarios.
Síntomas de la diarrea del viajero
Si las secreciones diarreicas son acuosas y particularmente violentas en los primeros días, disminuyen en intensidad y frecuencia con el tiempo.
En algunos casos se acompañan de calambres abdominales, vómitos, sensación de cansancio, meteorismo, sensación de azufre en la boca y fiebre más o menos alta.
Los síntomas, si se tratan con prontitud, no duran más de una semana, a menos que el trastorno se vuelva crónico.
Remedios
En el caso de la diarrea del viajero, el primer consejo es rehidratarse bebiendo mucha agua: el trastorno, de hecho, implica pérdidas considerables de líquido, que deben reponerse inmediatamente para no comprometer las funciones orgánicas.
Pero esto no es suficiente; es necesario complementar el agua con sales minerales para restaurar el equilibrio hidrosalino y tomar simbióticos a base de fibra prebiótica y enzimas de leche viva para restaurar la microflora intestinal.
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