Epicondilitis o codo de tenista: ¿cómo tratarla?
La epicondilitis, también conocida como epicondilalgia humeral o, más comúnmente, codo de tenista, es una tendinopatía particular que afecta los tendones extensores de la muñeca y los dedos.
La inflamación surge cuando los tendones que se insertan en el epicóndilo humeral lateral en el codo sufren una degeneración que afecta a las fibras elásticas que son reemplazadas por fibras cicatriciales.
A veces, esta degeneración puede ser inducida por microtrauma o "uso excesivo", por ejemplo, debido a posiciones antinaturales repetidas y tensión en el brazo.
Epicondilitis: ¿a quién afecta?
La epicondilitis afecta del 1 al 3% de la población en edad laboral en Italia, entre 25 y 60 años.
De hecho, es un trastorno que afecta a quienes se ven obligados, quizás debido a tareas repetitivas, a mantener el codo y la muñeca en una posición poco natural durante un período prolongado de tiempo.
Es una condición que afecta, por ejemplo, a quienes trabajan frente a la computadora varias horas al día, pero también a otros como meseros o mecánicos.
Epicondilitis: dolor que no debe subestimarse
Los pacientes a menudo no toman en serio la epicondilitis, especialmente cuando se asocia con gestos y hábitos cotidianos, que los pacientes no consideran dañinos. En tales casos, el riesgo es el de un diagnóstico tardío, lo que resulta en la cronicidad del trastorno.
El codo de tenista hace que el tendón pierda elasticidad y, de esta manera, perjudica los movimientos de la muñeca y el codo.
El dolor es la principal señal de alarma, ya que se irradia al brazo con cada movimiento, incluso durante las acciones más simples.
Además, debido a su tendencia a cronificarse, la epicondilitis puede tener un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes e impedir las actividades diarias normales.
Codo de tenista: ¿Cómo se trata?
La epicondilitis se diagnostica mediante la palpación del epicóndilo y pruebas específicas que, de ser positivas, pueden indicar la presencia de la afección.
Generalmente, una vez que se ha establecido la gravedad del problema, se intenta un enfoque conservador inicial, que implica el uso de:
- antiinflamatorios;
- terapias físicas como la terapia con láser y ondas de choque focales, para mejorar la microvascularización local;
- Sesiones de fisioterapia y estiramientos a domicilio para que los tendones recuperen su elasticidad.
Por último, pero fundamental, está el reposo: para que los demás tratamientos tengan éxito, el codo y la muñeca tendrán que evitar aquellos movimientos que provocan tensión en el tendón.
Estas terapias sirven tanto para aumentar la elasticidad del tendón como para mejorar la vascularización. Los dos aspectos se combinan para afectar la capacidad de movimiento del tendón y el dolor experimentado por el paciente.
Lee también
Tratamiento de lesiones: ¿Cuándo necesito una rodillera?
Fractura de muñeca: cómo reconocerla y tratarla
Síndrome del túnel carpiano: diagnóstico y tratamiento
Cómo ponerse vendajes de codo y rodilla
Ruptura del ligamento de la rodilla: síntomas y causas
¿Dolor lateral de rodilla? Podría ser el síndrome de la banda iliotibial
Esguinces de rodilla y lesiones meniscales: ¿cómo tratarlas?
Fracturas por estrés: factores de riesgo y síntomas
¿Qué es el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)?
Tratamiento RICE para lesiones de tejidos blandos
POLICÍA VS ARROZ: El tratamiento de emergencia para lesiones agudas
Cómo y cuándo usar un torniquete: instrucciones para crear y usar un torniquete
Callo Óseo Y Pseudoartrosis, Cuando La Fractura No Cura: Causas, Diagnóstico Y Tratamiento
Primeros auxilios, fracturas (huesos rotos): descubra qué buscar y qué hacer