Laberintitis o neuritis vestibular: qué es, cómo se diagnostica y qué tratamientos existen

By cristiano antonino On 25 de octubre de 2022

Ampliamente utilizado hoy en día en el lenguaje común, pero ya no es utilizado por los especialistas, el término "laberintitis" se originó en la era anterior a los antibióticos, cuando la otitis media podía complicarse en otomastoiditis y, por lo tanto, afectar el oído interno (o el laberinto) y de allí evolucionar a meningitis.

Hoy en día, el término correcto es neuritis vestibular, una inflamación de las células (neuronas) del ganglio del nervio vestibular (octavo par de nervios craneales) debido a la reactivación del virus del herpes.

Más raramente, especialmente en pacientes de edad avanzada, la causa de la neuritis vestibular es la obstrucción de una de las pequeñas arterias (isquemia) que llevan sangre al laberinto o núcleos vestibulares.

Cómo se manifiesta la laberintitis: síntomas característicos de la neuritis vestibular

El nervio vestibular forma parte del sistema vestibular, es decir, los receptores del laberinto del oído interno que regulan el equilibrio estático y dinámico de nuestro cuerpo, además de ser los responsables de la claridad de la visión durante los movimientos de la cabeza. Su mal funcionamiento provoca caídas o inestabilidad, vértigo, nistagmo (movimiento oscilatorio involuntario de los ojos).

El cuadro clínico más común de la laberintitis se caracteriza por:

vértigo violento de inicio súbito
náusea
vómitos
incapacidad para caminar o pararse.

Estos síntomas mejoran gradualmente durante días o semanas, aunque la inestabilidad moderada y el vértigo leve y transitorio pueden persistir durante meses.

Laberintitis o neuritis vestibular: el diagnóstico

Para el diagnóstico de la laberintitis, el otorrinolaringólogo utiliza en primer lugar datos anamnésticos, es decir, la historia clínica del paciente.

Posteriormente, se puede documentar el cuadro de síndrome vestibular agudo con un examen vestibular, con el cual el especialista valora

la incapacidad para caminar y pararse;
la desviación en la marcha y en los brazos extendidos;
nistagmo, que puede visualizarse mejor con gafas de Frenzel o un registro nistagmográfico.

El diagnóstico se puede completar con un examen neurológico y una resonancia magnética, que son útiles para descartar daño neurológico como la causa del trastorno.

Tratamiento de la laberintitis: cómo tratar la neuritis vestibular

La gran crisis vertiginosa que caracteriza el inicio de la laberintitis puede tratarse con antieméticos y vestibulosupresores, los fármacos utilizados para reducir las náuseas y los vómitos. En el caso de la inflamación de origen viral, el tratamiento de la neuritis implica el uso de corticoides.

Es entonces fundamental seguir un curso de rehabilitación para favorecer los procesos de compensación vestibular: esencialmente movimiento y actividad física de cualquier tipo, tan pronto como los síntomas agudos iniciales remitan y el estado general del paciente lo permita.