Las trayectorias de desarrollo del trastorno de personalidad paranoide (PDD)

Pocos estudios han investigado la relación entre los factores ambientales y la aparición del Trastorno Paranoico de la Personalidad (TGD)

Trastorno de personalidad paranoide (PDD): las causas

Los eventos traumáticos en la infancia, como el abandono y la violencia física o sexual por parte de los cuidadores, parecen, según algunos estudios, jugar un papel importante en el desarrollo de los trastornos de personalidad (Agnello, Fante, Pruneti, 2013).

En un estudio longitudinal (Johnson et al., 2006), analizando una muestra de 593 familias, se desprende que un bajo nivel de afectividad y un alto nivel de abandono de los padres hacia los hijos conlleva un alto riesgo de desarrollar diversos trastornos de personalidad, entre ellos el paranoico. trastorno.

El estudio encontró que las personas de entre 22 y 33 años que habían tenido padres con comportamiento problemático tenían más probabilidades de desarrollar un trastorno de personalidad paranoide que las personas que no tenían los mismos antecedentes familiares.

Otro estudio (Tyrka et al., 2009), utilizando SCID-I y SCID-II y el Chilhood Trauma Questionnaire, analizó una muestra de 105 adultos de diversas etnias de 18 a 64 años que habían experimentado violencia o negligencia parental.

Los resultados mostraron que los niños con antecedentes de violencia o maltrato tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar trastornos de personalidad de los grupos A y C que los sujetos de control.

Cinco tipos de maltrato infantil están asociados con el trastorno de personalidad paranoide (TP)

La relación entre cinco tipos diferentes de maltrato infantil (abuso sexual y físico, abuso emocional, negligencia emocional y negligencia física) y diez trastornos de la personalidad se analizó en un estudio realizado por Lobbestael y colegas (2010): el abuso sexual y emocional parecía estar asociado con el desarrollo del Trastorno Paranoico de la Personalidad.

En concreto, los sentimientos de vergüenza, estigmatización y falta de confianza estarían determinados por el abuso sexual, mientras que el abuso emocional (insultar, intimidar, ridiculizar, coartar la libertad de los demás, no admitir la presencia de una persona) estaría relacionado con la baja autoestima. .

La desconfianza, la estigmatización, la baja autoestima son aspectos presentes en el Trastorno Paranoico de la Personalidad.

Según Benjamin (1996), los sujetos con Trastorno Paranoico de la Personalidad tenían padres que parecían haber sido abusados ​​durante la infancia y que luego repetían, en la edad adulta, un estilo parental sádico, degradante y controlador.

Estos padres castigaban a sus hijos cuando estaban necesitados, vulnerables, en situaciones en las que requerían cuidados.

A la luz de esto, los niños aprendieron a no pedir ningún tipo de ayuda incluso en situaciones de peligro, a evitar el llanto ya no confiar en nadie.

En la edad adulta, esto se tradujo en tendencias al aislamiento, evitación de toda forma de intimidad y relación, y una alta sensibilidad a la exclusión, los chismes, los insultos e incluso las bromas.

Otros estudios (Miller et al., 2008) encontraron que los niños diagnosticados con TDAH que no habían sido tratados adecuadamente tenían riesgo de desarrollar trastornos de personalidad, incluido el trastorno de personalidad paranoide.

Fuentes:

  • American Psiquiátrico Asociación (2014). DSM-5: Manuale diagnostico e statistico dei disturbi mentali. Raffaello Cortina, Milán.
  • Agnello, T., Fante, C., Pruneti, C. (2013). Trastorno paranoico de la personalidad: nuevas áreas de investigación en diagnóstico y tratamiento. Revista de Psicopatología, 19, 310-319.
  • Benjamín, L. (1996). Diagnóstico interpersonal y tratamiento de los trastornos de personalidad. Segunda edicion. Nueva York: Guilford.
  • Dimaggio, G., Montano, A., Popolo, R., Salvatore, G. (2013). Terapia metacognitiva interpersonal dei disturbi di personalità. Raffaello Cortina, Milán.
  • Dimaggio, G., Ottavi, P., Popolo, R., Salvatore, G. (2019). Corpo, immaginazione y cambiamento. Terapia metacognitiva interpersonal. Raffaello Cortina, Milán.
  • Dimaggio, G., Semerari, A. (2003). I disturbi di personalità. Modelli y tratamiento. Editori Laterza, Bari-Roma.
  • Johnson, JG, Cohen, P., Chen, H., et al. (2006). Comportamientos de crianza asociados con el riesgo de trastorno de personalidad de la descendencia durante la edad adulta. Psiquiatría Arch Gen, 63, 579-587.
  • Lobbestael, J., Arntz, A., Bernstein, DP (2010). Desentrañar la relación entre los diferentes tipos de maltrato infantil y los trastornos de personalidad. J Pers Disord, 24, 285-295.
  • Miller, CJ, Flory, JD, Miller, SR, et al. (2008). TDAH infantil y la aparición de trastornos de personalidad en la adolescencia: un estudio prospectivo de seguimiento. Psiquiatría J Clin, 69, 1477-1484.
  • Montano, A., Borzì, R. (2019). Manuale di intervento sul trauma. Comprendere, valutare y curare il PTSD semplice e complesso. Erickson, Trento.
  • Tyrka, AR, Wyche, MC, Kelly, MM, et al. (2009). Maltrato infantil y síntomas del trastorno de personalidad del adulto: influencia del tipo de maltrato. Psiquiatría Res, 165, 281-287.
  • https://www.istitutobeck.com/opuscoli/opuscolo-disturbi-di-personalita-e-trauma

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