Máquina corazón-pulmón: cómo funciona la circulación extracorpórea
La máquina corazón-pulmón, durante la cirugía a corazón abierto, actúa en lugar del corazón, intercambiando sangre y oxígeno.
¿Por qué y cuándo es necesaria la máquina corazón-pulmón?
El corazón y los pulmones trabajan juntos para proporcionar a las células del cuerpo el oxígeno que necesitan.
Durante la circulación, el corazón bombea sangre con poco oxígeno a los pulmones y recibe sangre rica en oxígeno de los pulmones para redistribuirla por todo el cuerpo.
A veces, el corazón puede dañarse debido a una enfermedad cardíaca o un traumatismo.
En estos casos, puede ser necesaria una cirugía a corazón abierto, en la que se abre el tórax para operar el corazón, para reparar el daño.
Durante algunas cirugías a corazón abierto, puede ser necesario detener el corazón para reparar el músculo cardíaco, las válvulas u otros órganos.
Una máquina de circulación extracorpórea le permite al cirujano detener el corazón mientras mantiene la circulación sanguínea.
La máquina consta de una bomba, que funciona como el corazón, y un oxigenador, que realiza las funciones del pulmón.
Durante un bypass de circulación extracorpórea, la sangre con poco oxígeno se desvía primero de las cavidades superiores del corazón y se dirige al depósito de la máquina de circulación extracorpórea.
Luego, la sangre se transfiere al oxigenador que enriquece la sangre con oxígeno.
Finalmente, una bomba devuelve la sangre al sistema arterial del paciente y el cuerpo puede reanudar la circulación sanguínea.
Una vez reparado el daño, el corazón puede volver a latir y se retira la máquina de circulación extracorpórea.
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