Mapeo de lunares: más precisión con videodermatoscopia

Mapeo de lunares con videodermatoscopia: una técnica más precisa que captura los cambios microestructurales en los lunares y los compara a lo largo del tiempo.

Mapeo de lunares con videodermatoscopia: revisar sus lunares es un examen de rutina esencial para la prevención del cáncer de piel

Mediante un control minucioso y periódico, es posible registrar cualquier cambio en el color, tamaño y forma de los lunares, que puede ser un presagio de degeneración en melanoma.

Esta verificación, que para algunos sujetos debe repetirse todos los años, es importante para evaluar la naturaleza de los lunares e intervenir en el tiempo.

Se puede realizar con el dermatoscopio óptico, con el que el dermatólogo analiza la morfología del lunar agrandado, o con el videodermatoscopio digital, una máquina de nueva generación que permite mayores funciones y mayor precisión.

Mapeo de lunares: las ventajas de la videodermatoscopia

La ventaja sobre el método tradicional es que con la videodermatoscopia podemos:

  • adquirir las imágenes ampliadas en la computadora
  • archivarlos;
  • compárelos con los de exámenes anteriores y posteriores, para resaltar incluso los cambios mínimos que podrían ser un signo de desarrollo tumoral.

Con esta tecnología evitamos depender de la memoria del médico o del paciente, también porque los cambios microestructurales en un lunar no se pueden ver a simple vista.

Los cambios que se pueden ver a simple vista, y recordar entre visitas, son solo los grandes, con el riesgo considerable de intervenir tarde en un lunar.

Imágenes y ampliaciones de alta calidad, combinadas con el archivo y la comparación, nos permiten seleccionar con mayor precisión con quién operar y con quién no.

Esto no quiere decir que recurramos a múltiples operaciones, todo lo contrario.

Por el contrario, evitamos eliminaciones innecesarias y aceleramos la eliminación de lunares aparentemente inofensivos.

Cuando mapear sus lunares

Mi consejo es realizarse una videodermatoscopia al menos una vez en la vida.

Después del primer chequeo, se identifican dos tipos de pacientes.

Para algunos, que están en mayor riesgo, las imágenes se archivan y se programa un chequeo a los 6-12 meses si las lesiones son particularmente irregulares.

Para los otros pacientes, no se archivan imágenes: se consideran de bajo riesgo y la próxima visita está programada después de 2-3 años.

La primera dermatoscopia se puede realizar en la adolescencia, entre los 14 y los 16 años, porque se empieza a tener una idea del desarrollo futuro de los lunares.

Si no aparecen criticidades, la próxima visita se realiza después de 4-5 años.

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Fuente:

GSD

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