Nefritis lúpica (nefritis secundaria a lupus eritematoso sistémico): síntomas, diagnóstico y tratamiento

La nefritis lúpica es la enfermedad renal del lupus eritematoso sistémico. Es muy común entre las mujeres adolescentes, mientras que en pediatría es muy raro.

El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune que puede afectar varios órganos.

El riñón es uno de los órganos más afectados, especialmente en niños y adolescentes.

La nefritis lúpica es, por tanto, la enfermedad renal del lupus eritematoso sistémico

Puede ocurrir desde el principio o algún tiempo después del diagnóstico inicial.

Es una enfermedad rara en pediatría: es más frecuente en mujeres adolescentes y es muy rara antes de los 10 años.

El Lupus Eritematoso Sistémico está causado por una alteración del sistema inmunitario que en vez de activarse exclusivamente en defensa frente a agentes nocivos (bacterias, virus u otros estímulos tóxicos), también ataca a su propio organismo, en este caso al riñón.

La causa aún no se comprende bien: se cree que están involucrados la predisposición genética y los factores ambientales.

La enfermedad no es infecciosa y no es contagiosa.

Síntomas de la nefritis lúpica

Cuando la nefritis lúpica se presenta desde el inicio de la enfermedad, el síntoma más común es la aparición de orina oscura (presencia de abundante sangre que le da un color de “coca” a la orina) o la aparición de edema (acumulación de agua en los tejidos causados ​​por la pérdida de proteína en la orina).

Los pacientes generalmente se quejan de cansancio y, a menudo, tienen presión arterial elevada.

En la mayoría de los casos, se presentan otros síntomas de lupus eritematoso sistémico, como eritema en mariposa en la cara, dolor en las articulaciones, fiebre o pérdida de peso reciente.

Los análisis de sangre frecuentemente muestran insuficiencia renal.

Otras veces, sin embargo, el inicio es insidioso.

Los síntomas generales son pocos y pueden confundirse con un episodio de gripe.

La función renal no se altera y la orina permanece clara, a pesar de un examen de orina anormal.

El diagnóstico se basa en la presencia de síntomas típicos de lupus eritematoso sistémico y anomalías biológicas

Casi todos los pacientes desarrollan autoanticuerpos, en particular anticuerpos antinucleares y anticuerpos anti-ADN.

Las fracciones del complemento C3 y C4 en la sangre son generalmente bajas en la fase activa de la enfermedad, y el hemograma a menudo muestra una reducción en Las células blancas de la sangre, glóbulos rojos y/o plaquetas.

La afectación renal se demuestra mediante pruebas de función renal (nitrógeno ureico, creatinina, ácido úrico, sodio, potasio, cloro, examen de orina).

El examen de orina muestra la presencia de proteínas y sangre, a menudo asociadas con "cilindros", precipitados de proteínas que toman la forma de un cilindro, visibles al examinar la orina bajo un microscopio.

Si se sospecha afectación renal, se debe realizar una biopsia renal para confirmar el diagnóstico y evaluar el tipo y la gravedad de las lesiones.

El tratamiento requiere inicialmente el uso de altas dosis de fármacos para lograr la remisión completa (desaparición), lo que es determinante de un buen pronóstico a largo plazo.

A partir de entonces, se requiere que la terapia de mantenimiento continúe durante años y, a veces, de por vida.

Los fármacos más utilizados son la cortisona, la ciclofosfamida, el micofenolato de mofetilo, la azatioprina, la ciclosporina o el tacrolimús, la hidroxicloroquina y el rituximab.

Los regímenes de terapia se eligen de acuerdo con los resultados de la biopsia renal y el cuadro clínico.

No hay una verdadera prevención.

El diagnóstico precoz de la nefritis lúpica es importante para intervenir sobre lesiones que aún no son demasiado extensas

Desafortunadamente, las recaídas son frecuentes si la terapia se reduce o se detiene demasiado rápido; en cambio, pueden prevenirse mediante controles regulares para ajustar la terapia de mantenimiento.

Por lo tanto, la colaboración entre el paciente y el médico es esencial para lograr resultados duraderos.

Con las terapias actuales, el pronóstico de la nefritis lúpica es bueno en la mayoría de los casos.

Menos del 10% de los pacientes progresan a insuficiencia renal terminal con el tiempo y necesitarán diálisis y trasplante mañana.

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Fuente:

Hospital Niño Jesús

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