Obstrucción intestinal: las formas más frecuentes en la edad pediátrica

La obstrucción intestinal es un síndrome complejo caracterizado por el bloqueo del tránsito intestinal de heces y gases. Las formas más frecuentes en la edad pediátrica son de naturaleza mecánica.

La obstrucción intestinal es un síndrome complejo caracterizado por la detención del tránsito intestinal de heces y gases.

Puede ser funcional, por la detención de la motilidad intestinal (típica de la peritonitis), o mecánica por un obstáculo al tránsito intestinal.

SALUD INFANTIL: MÁS INFORMACIÓN SOBRE MEDICHILD VISITANDO EL STAND EN LA EXPO DE EMERGENCIA

Las formas de obstrucción intestinal más frecuentes en la edad pediátrica son las de naturaleza mecánica.

Los más comunes están representados por:

  • Invaginación intestinal en niños de 4 a 12 meses;
  • Hernia asfixiada en pacientes de hasta 3-4 años de edad;
  • Vólvulo intestinal en divertículo de Meckel en niños de 4 a 12 años;
  • Oclusión por puentes adherentes en pacientes que se han sometido previamente a una cirugía abdominal (p. Ej., Resultado de una peritonitis).

El síndrome oclusivo está representado por este síntoma "póquer":

  • Dolor abdominal con progresión de los cólicos a menudo violentos;
  • Biliar vómitos (de color verde botella);
  • Aumento del meteorismo intestinal;
  • Se detuvo la emisión de gases y heces.

El "desfile" de síntomas también puede estar asociado con una condición general que varía según el sitio y la naturaleza de la obstrucción mecánica.

De hecho, en algunos niños puede estar bien conservado, mientras que en otros puede producirse un estado de shock real, con una cara de sufrimiento característica y un pulso pequeño y frecuente (típico del vólvulo intestinal).

Diagnóstico de obstrucción intestinal por el pediatra

El examen objetivo (examen físico) revela un abdomen distendido y globular debido al aumento de la cantidad de gas intestinal, mientras que la palpación puede dar la sensación de un "globo lleno de aire" y, en algunos casos, puede evocar dolor palpatorio (signo de empeoramiento) .

A la palpación puede haber un aumento de las evacuaciones intestinales (peristaltismo) o un verdadero silencio auscultatorio, siendo este último típico de las etapas tardías en las que se instala la peritonitis por perforación intestinal secundaria a la oclusión.

Cualquier dolor abdominal acompañado de vómitos de color verde bilis y otros signos generales importantes siempre requiere la derivación a un especialista para reducir el riesgo de un diagnóstico tardío.

El diagnóstico de obstrucción intestinal siempre debe ser realizado por un especialista, ya que no siempre es tan fácil o intuitivo como en el caso del vólvulo intestinal por divertículo de Meckel.

Un examen de rayos X realizado con proyecciones dirigidas casi siempre es concluyente para el diagnóstico.

Un examen de ultrasonido y, en casos seleccionados, una tomografía computarizada (TC) pueden ayudar a hacer el diagnóstico.

Una vez que se ha diagnosticado una obstrucción intestinal mecánica, la cirugía de emergencia siempre es obligatoria.

En casos seleccionados, se puede intentar un tratamiento médico conservador descomprimiendo el intestino con una sonda nasogástrica.

La cirugía varía según la etiología y la gravedad de la obstrucción intestinal.

Puede limitarse a simples maniobras de evaginación (en el caso de invaginación intestinal), o desbridamiento y reposicionamiento intestinal (en el caso de adherencias intestinales), o pueden ser necesarias intervenciones más complejas como la resección intestinal (en el caso del divertículo de Meckel). .

En el caso de obstrucción intestinal con perforación intestinal y peritonitis secundaria severa, se puede realizar una ostomía temporal (ano preternatural), que se cerrará a los pocos meses (generalmente 3-6 meses).

En los casos más graves de obstrucción intestinal, el procedimiento quirúrgico se combina con la colocación de un catéter venoso central, que permite la hipernutrición venosa del paciente joven para compensar el ayuno prolongado provocado por la recuperación tardía de la función intestinal (canalización retardada) que sigue al procedimiento quirúrgico.

Los problemas posoperatorios dependen de la gravedad de la obstrucción intestinal y la complejidad de la cirugía.

En el caso de invaginación intestinal, el paciente pequeño es dado de alta a los 4-5 días.

En las oclusiones en las que se realizan resecciones intestinales o en las que se realiza un estoma, el curso postoperatorio puede ser más largo y complejo.

Una vez resuelta la oclusión, con la reanudación de la canalización intestinal y la ingesta oral normal, el niño es dado de alta con las precauciones propias de toda cirugía abdominal como el descanso de la actividad física durante unos meses y una dieta regular y nunca desmedida.

Lea también:

Las bacterias intestinales de un bebé pueden predecir la obesidad en el futuro

Se descubre la microbiota, el papel de la 'puerta' que protege al cerebro de la inflamación intestinal

Pólipos intestinales: diagnóstico y tipos

Fuente:

el niño Jesús

Quizás te interese