Head Up Tilt Test, cómo funciona la prueba que investiga las causas del síncope vagal
El Head Up Tilt Test es un examen que completa el proceso de diagnóstico para identificar las causas de un episodio de síncope, es decir, pérdida del conocimiento debido a una caída temporal en el flujo de sangre al cerebro.
Durante la prueba, las condiciones de un episodio sincopal se reproducen en un ambiente protegido y bajo control continuo de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que permite evaluar su origen.
El Head up Tilt Test investiga el síncope vagal: ¿qué es esta campana de alarma del cuerpo?
¿Por qué uno se desmaya? ¿Y qué pruebas determinan las causas? Su cabeza da vueltas, su visión está borrosa y sus piernas no pueden hacer frente.
Te despiertas unos segundos más tarde en el suelo, la mayoría de las veces con alguien que te devuelve al mundo real con una bofetada 'benevolente'.
Este es el clásico desmayo o, en términos médicos, síncope.
Sobre todo en verano -debido a las altas temperaturas y la deshidratación- son frecuentes las visitas al sala de emergencias de pacientes afectados por este evento, que no es grave en sí mismo, pero que no debe banalizarse porque podría ser un timbre de alarma de enfermedades graves, principalmente cardíacas.
El síncope de bajo riesgo es un síncope causado por una caída repentina de la presión arterial, acompañada o no de una disminución de la frecuencia cardíaca.
Estos son síncopes neuromediados, es decir, causados por un cambio repentino en el sistema nervioso autónomo o vegetativo.
Paradójicamente, el síncope es un factor protector del cerebro. Cuando el cerebro no recibe suficiente sangre, "acciona el interruptor" para protegerse.
Con la caída, de hecho, el sujeto reequilibra la presión y lleva la perfusión cerebral a niveles óptimos.
Los síncopes neuromediados generalmente ocurren en mujeres jóvenes que están hipotensas, en personas mayores con presión arterial muy baja, en parte porque beben poco, o en adolescentes en crecimiento.
Los desencadenantes pueden ser emociones fuertes, ansiedad, ambientes calurosos, dolor intenso o circunstancias simples como extraer sangre o visitar a un familiar enfermo en el hospital.
En estos casos, el principal riesgo son las consecuencias de la caída, en ocasiones graves.
Los síncopes en personas con enfermedades cardíacas, como cardiopatía hipertrófica o dilatada, son más graves.
Se estima que en estos pacientes, si no se les hace un seguimiento adecuado, los episodios de síncope aumentan la incidencia de muerte súbita hasta en un 24% dentro de un año de síncope.
¿Cómo se realiza el diagnóstico diferencial del síncope? La prueba electiva para el diagnóstico de las causas del síncope es la prueba de inclinación de la cabeza.
La mayoría de los pacientes que acuden a esta prueba ya tienen un diagnóstico probable de síncope neuromediado, pues ya se han sometido, habitualmente en urgencias, a un examen cardiológico, análisis de sangre y un electrocardiograma que han descartado una cardiopatía mayor.
Sin embargo, puede persistir la duda de que el desmayo puede haber sido causado, por ejemplo, por un defecto eléctrico en el músculo cardíaco.
En tales casos, durante la prueba de inclinación y al mismo tiempo que el síncope, se produce una suspensión del ritmo cardíaco, como lo demuestra el electrocardiograma, que puede durar hasta decenas de segundos.
Son los casos más graves, que requieren tratamiento farmacológico dirigido o implantación de marcapasos o desfibrilador.
El Tilt Test tiene como objetivo reproducir, en un entorno protegido y bajo un control continuo de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, un posible episodio sincopal y comprender sus causas.
El paciente se coloca en una camilla y se asegura con cabestrillos. Luego, la camilla se eleva verticalmente hasta que alcanza los 60 °.
En esta posición, el cuerpo tiende a reaccionar bien y a compensar el tirón venoso que se concentra en las extremidades inferiores.
Sin embargo, en la mayoría de los pacientes que han tenido episodios sincopales, estos sistemas compensatorios fallan: la presión cae repentinamente y la frecuencia cardíaca también se ralentiza, provocando el típico síncope neuromediado.
Por el contrario, si después de 20 minutos en la posición ortostática, no se presentan síntomas significativos, se administra una tableta sublingual de nitroglicerina, que tiene el efecto muy rápido de disminuir la presión.
Si, incluso con el fármaco, el paciente permanece consciente y no informa ningún síntoma en particular, es poco probable que se produzcan más episodios sincopales.
Si la duda diagnóstica persiste y ocurren otros síncopes, se puede tomar la decisión de implantar registradores de bucle (pequeños registradores subcutáneos que monitorean el comportamiento del corazón hasta por tres años) para descartar arritmias mayores de las que el paciente no es consciente.
Una vez que se ha diagnosticado el síncope neuromediado, la terapia consiste en un simple consejo sobre cómo prevenir o "abortar" el síncope.
Si, por ejemplo, la causa del desmayo es una muestra de sangre ', especifica el cardiólogo,' simplemente tome la muestra mientras está acostado y espere unos minutos antes de levantarse.
Lo más importante es no ignorar los síntomas que preceden al síncope: si la cabeza empieza a dar vueltas y la vista se vuelve borrosa, es fundamental acostarse donde se encuentra para evitar caerse. Por último, especialmente en verano, es necesario ingerir abundantes líquidos para mantener la presión arterial en el nivel adecuado.
Si el paciente pone en práctica estas pequeñas medidas, el síncope suele quedar como un recuerdo.
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