Queratoconjuntivitis: síntomas, diagnóstico y tratamiento de esta inflamación del ojo

La queratoconjuntivitis se puede definir como una enfermedad que causa una inflamación severa en el ojo

En concreto, esta enfermedad puede dar lugar simultáneamente a queratitis y conjuntivitis, y por tanto a la inflamación de la córnea y la conjuntiva, con consecuencias potencialmente graves para la salud de nuestros ojos.

Los síntomas de la queratoconjuntivitis pueden ser muchos, diferentes entre sí según el tipo de inflamación en curso.

Entre los más frecuentes se encuentran el hiperlagrimeo, el enrojecimiento o hiperemia, los ganglios linfáticos agrandados y muchos otros síntomas.

Estos trastornos también pueden causar dificultad para realizar tareas cotidianas, como leer o conducir un automóvil.

Las causas de la queratoconjuntivitis pueden ser muy diferentes aunque las manifestaciones clínicas sean bastante similares.

Dado que existen diferentes tipos de queratoconjuntivitis, es difícil obtener una visión global del número de pacientes afectados por esta patología.

Por ejemplo, los más afectados por la queratoconjuntivitis atópica son los niños menores de 4 años o los adultos de entre 20 y 50 años.

Además, alrededor del 95% de los pacientes tienen otros familiares con problemas oculares o cutáneos atópicos.

Hoy en día existen muchos tratamientos para la queratoconjuntivitis, diferenciándose en el tipo de patología, inflamación y agente etiológico.

Tipos de queratoconjuntivitis

Hay varios tipos de queratoconjuntivitis que difieren en síntomas, causas y muchos otros factores.

Entre los más conocidos están:

  • queratoconjuntivitis sicca, que es la más común y a la que se hace referencia con más frecuencia cuando se utiliza el término “queratoconjuntivitis”. Esta inflamación afecta principalmente a las personas mayores y de mediana edad. La complicación de este tipo de inflamación puede conducir a la formación de úlceras corneales y puede ser consecuencia del síndrome de Sjögren;
  • la queratoconjuntivitis epidémica, que tiene una causa infecciosa, suele ser causada por un adenovirus. A menudo, esta inflamación también se combina con amigdalitis, neumonía y resfriados. Entre los primeros síntomas puede haber hiperlagrimeo, enrojecimiento e inflamación de los ganglios linfáticos preauriculares;
  • La queratoconjuntivitis primaveral es un tipo de inflamación ocular alérgica, estacional y muy frecuente. En concreto, esta inflamación se produce en primavera y va disminuyendo hasta desaparecer en otoño e invierno. Es típico de quienes padecen alergias, especialmente al polen o al polvo. Puede estar relacionado con fiebre, asma y eczema. Los ojos están rojos, pueden arder, se percibe picor y fotofobia. Para experimentar un alivio inmediato y evitar complicaciones, en este caso se utilizan colirios de cortisona y antihistamínicos.

Los síntomas de la queratoconjuntivitis sicca pueden ser muchos

Entre los más populares se encuentran:

  • dolor y ardor en los ojos
  • ojos rojos e hiperemia ocular
  • hipersensibilidad a la luz y fotofobia
  • dificultad para enfocar y visión borrosa

Un síntoma de la queratoconjuntivitis sicca también puede ser la aparición de mucosidad.

Esta sustancia en o alrededor del ojo puede provocar molestias significativas, como visión borrosa.

La película lagrimal alterada puede producir consecuencias muy graves en la superficie corneal como úlceras corneales, que en los casos más graves pueden llegar incluso a la perforación corneal.

En estos casos también existe una predisposición a la sobreinfección del ojo dañado e inflamado.

Los síntomas más comunes de la queratoconjuntivitis sicca también pueden ser cansancio y fatiga visual.

Además, en días lluviosos o con niebla, los síntomas pueden aliviarse debido a la alta humedad.

Factores como la deshidratación, los ambientes secos y polvorientos y los esfuerzos visuales prolongados pueden hacer que aumente la probabilidad de que aparezcan los síntomas típicos de esta inflamación.

En esta patología hay una importante sequedad de la conjuntiva, por lo tanto también un déficit de lagrimeo.

Las lágrimas pueden formar espuma en los márgenes de los párpados y provocar un secado crónico que puede causar una posible queratinización de la superficie ocular.

Las causas de la queratoconjuntivitis pueden ser diferentes y también derivar de diversas patologías en curso

Una causa de la queratoconjuntivitis sicca puede ser el síndrome de Sjögren.

Esta enfermedad se caracteriza por una anomalía del sistema inmunitario.

Esta condición autoinmune puede afectar varias glándulas exocrinas, no solo el ojo, sino también la cavidad oral, órganos y tejidos causando inflamación en estos tejidos.

Hay varios factores que pueden conducir a esta enfermedad autoinmune: el genético y el viral.

Una causa de la queratoconjuntivitis sicca es también la presencia de formas de conjuntivitis alérgica.

La inflamación de la conjuntiva debida a alérgenos como lentes de contacto, polvo, polen y muchos otros puede dar lugar a una forma de queratoconjuntivitis de este tipo.

La blefaritis puede estar entre las causas de la queratoconjuntivitis

De hecho, la inflamación de los párpados que da lugar a diversas escamas y úlceras también puede extenderse al ojo, alcanzando la conjuntiva.

Las otras patologías que pueden estar entre las causas de la queratoconjuntivitis pueden ser: artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, daño a la glándula lagrimal, tracoma o VIH, por lo tanto síndrome de linfocitosis infiltrativa difusa.

Diferencias con la queratoconjuntivitis epidémica

Existen muchas diferencias entre las formas de queratoconjuntivitis sicca y epidémica.

Por supuesto, las causas de estas dos patologías son completamente diferentes.

De hecho, en el caso de la queratoconjuntivitis por adenovirus se trata de una inflamación de la córnea y la conjuntiva provocada por una infección.

El patógeno responsable de esta inflamación es el Adenovirus, que da nombre a la enfermedad.

Identificar la causa de la queratoconjuntivitis es clave para comprender las diferencias entre los síntomas.

De hecho, el Adenovirus también es responsable de muchas infecciones virales que pueden afectar las vías respiratorias.

Por este motivo, además de los síntomas de la queratoconjuntivitis epidémica, puede haber amigdalitis, neumonía, resfriados y faringitis concomitantes.

Los síntomas en este caso pueden ser:

  • enrojecimiento de los ojos
  • conjuntivitis aguda
  • hiperlagrimeo
  • inflamación de la córnea
  • edema conjuntival
  • síntomas gripales como fiebre y malestar general
  • vomitar
  • náusea
  • diarrea

Los tratamientos para la queratoconjuntivitis pueden ser diferentes: se suelen aplicar colirios analgésicos, pero también compresas frías en los párpados, colirios a base de corticoides y medidas de higiene ocular.

Diagnóstico

Para diagnosticar una queratoconjuntivitis, primero debe solicitar una visita inicial a su médico de cabecera.

Gracias a una historia clínica rápida, de hecho, eventualmente podrá recomendar una visita a un especialista si es necesario un enfoque más específico del problema.

Por lo tanto, el oftalmólogo realizará una evaluación para identificar la causa de la queratoconjuntivitis.

Si sospecha una forma de queratoconjuntivitis sicca, el especialista puede usar algunas pruebas específicas, como la prueba de Schirmer y las pruebas de tiempo de ruptura de la película lagrimal.

El primer examen, la prueba de Schirmer, es importante para verificar que la producción de lágrimas sea normal.

Para ello, se frota el ojo cerrado y se coloca una tira de papel absorbente.

A partir de los resultados obtenidos de esta prueba, es posible comprender el nivel de lagrimeo en el ojo y posiblemente diagnosticar un déficit de lagrimeo.

El segundo examen, o prueba de ruptura de la película lagrimal (BUT), implica la aplicación de fluoresceína dentro del saco conjuntival.

De esta forma el médico podrá comprobar la permanencia del velo de lágrimas (“película”) sobre la superficie de la córnea.

Tras estas dos pruebas es posible diagnosticar queratoconjuntivitis seca y por tanto formular un tratamiento adecuado según las necesidades y síntomas del paciente.

El examen oftalmológico habitual con examen objetivo del segmento anterior de los ojos, junto con una historia clínica cuidadosa, permitirá en cambio el diagnóstico de las formas epidémica y primaveral de queratoconjuntivitis.

Los tratamientos para la queratoconjuntivitis dependen del tipo de inflamación y la causa

Pueden ser diferentes entre sí si nos encontramos ante una queratoconjuntivitis atópica, gigantopapilar, seca, primaveral o epidémica.

En el caso de infecciones bacterianas, por ejemplo, se pueden prescribir antibióticos, en forma de gotas para los ojos, que se aplicarán para eliminar la infección. Después del tratamiento con antibióticos, la inflamación debería disminuir hasta que desaparezcan los síntomas.

En el caso de formas de queratoconjuntivitis por alergias, al paciente se le puede administrar un colirio antihistamínico, con el fin de aliviar los síntomas, reducir el ardor y el picor.

En estos casos, los tratamientos pueden ayudar a superar la fase de reacción alérgica, por ejemplo al polen, ácaros y lentes de contacto, y evitar daños permanentes en la superficie corneal.

En los casos más graves y complejos, también se pueden prescribir medicamentos con cortisona, gracias a su acción antiinflamatoria que también puede actuar sobre la inflamación severa.

Como remedio para la queratoconjuntivitis sicca existen lágrimas artificiales

Estos productos son muy útiles y existen diferentes tipos para integrar el componente deficiente de la película lagrimal.

Por ello es fundamental consultar a un médico especialista para evaluar el grado de viscosidad de las lágrimas artificiales y el tipo más adecuado para integrar su película lagrimal.

Será posible mantener los ojos bien hidratados y prevenir los desagradables síntomas de la queratoconjuntivitis.

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