Amigdalitis: síntomas, diagnóstico y tratamiento
La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, que son dos ganglios linfáticos ovalados de color rosado ubicados a los lados de la garganta.
Cuando hay una infección de las vías respiratorias superiores, las amígdalas pueden hincharse, provocando amigdalitis; A menudo se pueden ver manchas blancas que cubren las amígdalas inflamadas e hinchadas.
Esta condición es muy común, especialmente en niños.
Amigdalitis: los síntomas
Los síntomas típicos de la amigdalitis son dificultad para tragar, dolor de garganta persistente, fiebre, dolor de cabeza y pérdida de la voz.
Si no se trata adecuadamente, pueden ocurrir complicaciones asociadas con la amigdalitis, tales como:
- Faringitis de origen bacteriano o viral;
- Obstrucción de las vías respiratorias superiores;
- deshidratación (debido a la dificultad para tragar);
- Abscesos
- Insuficiencia renal
- Glomerulonefritis posestreptocócica.
Cómo se trata la amigdalitis
En la inspección de la boca y la garganta, las amígdalas aparecen hinchadas y enrojecidas, a veces con presencia de manchas blancas.
Los ganglios linfáticos en el cuello y la mandíbula también puede aparecer hinchada a la palpación.
Puede ser necesario un cultivo de las amígdalas para buscar una infección de origen bacteriano, por ejemplo, por estreptococos, la causa más común de inflamación.
Si la causa es estreptococo o, en todo caso, otro tipo de bacteria, el tratamiento se basará fundamentalmente en la administración de antibióticos orales o inyecciones intramusculares.
Si el tratamiento se basa en la administración de antibióticos, este debe continuarse hasta el final, sin suspenderse aún cuando se observe mejoría, de lo contrario la infección no se erradicará por completo.
El descanso, para permitir que el cuerpo se recupere, y los medicamentos de venta libre para reducir el dolor de garganta también deben combinarse con el tratamiento con antibióticos.
Los síntomas de la amigdalitis desaparecerán aproximadamente tres días después de comenzar el tratamiento, pero el tratamiento debe continuarse y es posible que deba prolongarse más allá del primer curso, ya que las complicaciones de la amigdalitis estreptocócica mal tratada pueden ser muy graves.
Extirpación quirúrgica de las amígdalas: amigdalectomía
La amigdalectomía (cirugía para extirpar las amígdalas) puede estar indicada en casos graves; anteriormente, esta cirugía se recomendaba como práctica clínica habitual.
Hoy, sin embargo, la tendencia es tratar las amígdalas y solo en los casos más severos extirparlas quirúrgicamente, particularmente cuando obstruyen las vías respiratorias impidiendo la respiración normal.
Dado que la amigdalitis afecta principalmente a los niños, la amigdalectomía es muy común en este grupo de edad, mientras que es muy rara entre los adultos.
La extirpación quirúrgica de las amígdalas se realiza a través de la boca del paciente: el cirujano separa y luego extrae las amígdalas de ambos lados de la boca.
Las complicaciones son muy raras; el sangrado puede ocurrir inmediatamente o unos días después de la cirugía, pero estos episodios son controlados por el cirujano.
Por lo general, la estadía en el hospital varía de 8 a 10 días o se prolonga hasta que el paciente se recupera por completo.
Sin embargo, también hay muchos pacientes que son operados de forma ambulatoria, por lo que se van a casa el mismo día de la operación o se quedan en el hospital solo una noche.
Pero el descanso es siempre la pauta.
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