Sedación consciente: qué es, cómo se realiza y qué complicaciones puede acarrear
La sedación consciente, también llamada sedoanalgesia, es una técnica anestesiológica utilizada para inducir un estado de relajación, amnesia y control del dolor durante un procedimiento diagnóstico o quirúrgico: el paciente, al que se le administran ansiolíticos y analgésicos, permanece consciente pero completamente relajado, se siente sin dolor y no recuerda nada del procedimiento
Cuándo conviene optar por la sedación consciente
La sedación consciente se utiliza para procedimientos quirúrgicos menores generalmente acompañados de anestesia local que no requieren anestesia general y para ciertos tipos de exámenes instrumentales (como endoscopias) que pueden ser incómodos o mínimamente dolorosos.
Cómo se realiza la sedación consciente
Antes de la sedación, el anestesista a cargo del procedimiento revisa el historial médico del paciente, quien luego es examinado.
La sedación se realiza mediante una aguja de cánula insertada por vía intravenosa, que se utiliza para administrar la medicación.
Durante la sedación, los parámetros vitales se controlan constantemente: frecuencia cardíaca, presión arterial, frecuencia respiratoria, saturación de oxígeno.
También se comprueba cada 5 minutos el nivel de conciencia del paciente y la respuesta a los estímulos.
Para algunos tipos de cirugía, como la cirugía dental para pacientes ansiosos, niños y personas que no pueden cooperar plenamente con el dentista, se puede asociar a los medicamentos inyectados por vía venosa un gas llamado Óxido Nitroso, que se mezcla con Oxígeno mediante mezcladores mecánicos y inhalado a través de una máscara nasal.
Una vez finalizada la exploración, el paciente permanece en observación durante unas 2 horas; al ser dado de alta, deberá ir acompañado de un familiar o amigo y deberá comprometerse a no conducir durante todo el día.
Complicaciones por sedación consciente
Las complicaciones se relacionan principalmente con los efectos secundarios de los fármacos administrados.
Los riesgos potenciales están relacionados con depresión respiratoria, inhalación de contenido gástrico, complicaciones cardíacas (arritmias, isquemia) y reacciones alérgicas.
Sin embargo, estas complicaciones son raras (alrededor de 1 de cada 1000 pacientes) y generalmente se controlan bien.
El nivel de seguridad de esta técnica depende mucho de la experiencia de los operadores tanto en la evaluación del paciente antes del procedimiento como en la realización de la técnica en condiciones seguras y en entornos apropiados.
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