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By cristiano antonino On 26 de marzo, 2023

La sideremia expresa la cantidad del llamado 'hierro circulante', es decir, que se une a la transferrina (proteína responsable del transporte del hierro)

Se puede detectar mediante un simple análisis de sangre venosa.

Funciones y absorción del hierro

El hierro es fundamental para la vida ya que interviene en el organismo en numerosas reacciones bioquímicas.

Cuando forma complejos con la porfirina, forma hemo, un grupo prostético que pasa a formar parte de numerosas proteínas, incluida la hemoglobina de los glóbulos rojos, que es necesaria para el transporte de oxígeno.

El hierro se absorbe principalmente en el duodeno y la parte proximal del yeyuno.

El hierro se encuentra principalmente en los alimentos en forma de sal férrica (Fe3+). La absorción de hierro se ve favorecida por el ambiente ácido del estómago.

Aproximadamente 10-20 mg de hierro se introducen diariamente a través de la dieta, y de esto se absorbe alrededor del 10 por ciento.

Una dieta rica en carne representa una extraordinaria fuente de abastecimiento.

Ciertas sustancias, como los tanatos, que se encuentran en el té, por ejemplo, se unen al hierro de manera extremadamente efectiva e inhiben significativamente su absorción.

Los fitatos también inhiben su absorción. La ingesta simultánea de ácido ascórbico, por otro lado, favorece la reducción de la sal férrica a sal ferrosa y facilita su absorción.

¿Por qué es útil conocer la sideremia?

La sideremia permite establecer el estado de las reservas de hierro en el organismo, por lo que es útil en todas las situaciones en las que es necesario conocer esta información para diagnosticar una patología.

En la práctica clínica, la sideremia generalmente se evalúa junto con

ferritinemia: la concentración de ferritina, la principal proteína involucrada en el almacenamiento de hierro;
transferrinemia: la concentración de transferrina, la principal proteína transportadora de hierro en la sangre;
Capacidad total de unión al hierro (TIBC): una medida indirecta de la capacidad de la transferrina para unirse al hierro.

Valores normales

Los valores normales de ferritina son los siguientes:

hombres adultos: 65 a 176 mcg/dL
mujeres adultas: 50 a 170 mcg/dL
niños: 50 a 120 mcg/dL
neonatos: 100 a 250 mcg/dL

Los valores de sideremia pueden variar dependiendo de:

género;
años;
hora del día en que se realiza la prueba;
laboratorio;
presencia de flujo menstrual activo;
ingesta de grandes cantidades de té, carne roja o ciertos medicamentos o suplementos de hierro durante el período de prueba.

Causas de una disminución de la sideremia (hiposideremia)

Una disminución en la sideremia indica una disminución en el hierro y puede ocurrir en varias condiciones y enfermedades:

desnutrición;
dieta con alimentos deficientes en hierro
malabsorción intestinal;
enfermedad celíaca;
diarrea crónica;
diabetes;
edad avanzada
Abuso de laxantes;
anemias;
alcoholismo;
gastrectomía;
aclorhidria;
mayor utilización de hierro (crecimiento rápido, en bebés o adolescentes);
pérdidas fisiológicas de hierro con la menstruación;
el embarazo;
hemorragias manifiestas y ocultas;
enfermedades infecciosas;
tuberculosis;
absceso pulmonar
endocarditis bacteriana;
tumores;
ingesta de ACTH, testosterona, colchicina y meticilina;
infarto agudo de miocardio.

Causas de un aumento de la sideremia (hipersideremia)

Un aumento en la sideremia indica sobrecarga de hierro y puede ocurrir en varias condiciones y enfermedades:

administración excesiva de hierro con suplementos y medicamentos;
dieta excesiva en hierro (raro, común solo en niños);
transfusiones múltiples y prolongadas;
hemocromatosis;
hemosiderosis
mala utilización del hierro en la médula ósea debido a la aplasia; anemias hipoplásicas y megaloblásticas;
destrucción celular de los órganos de almacenamiento de hierro (hepatitis);
envenenamiento por plomo;
síndromes hemolíticos;
talasemia;
anemia perniciosa;
anemia sideroblástica;
alcoholismo crónico;
nefropatías;
hepatopatías;
cirrosis hepática.

Síntomas asociados a la sideremia baja

Los síntomas asociados con la anemia por deficiencia de hierro son:

sensación de cansancio intenso y debilidad
disnea (dificultad para respirar);
dificultad para realizar incluso ejercicios leves;
fragilidad de las uñas;
taquicardia (aumento de la frecuencia cardíaca);
taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria);
mareo;
dificultad para concentrarse;
aumento de la sed;
visión borrosa;
esplenomegalia (aumento del volumen del bazo);
dolor en el bazo (flanco izquierdo);
claudicatio intermitente: dificultad para caminar;
estado confusional;
sensación de desmayo;
calor corporal bajo, especialmente en las extremidades (manos y pies);
apariencia notablemente pálida de la piel.

Síntomas asociados a sideremia alta

aumento de azúcar en sangre, triglicéridos y transaminasas hepáticas;
dolor en las articulaciones;
trastornos de las glándulas suprarrenales y tiroides;
hígado y bazo agrandados;
fatiga y falta de energía;
trastornos del estado de ánimo (ansiedad y nerviosismo);
dolor abdominal;
taquicardia;
arritmia;
Pérdida de cabello;
disfunción sexual (pérdida de libido, ciclo menstrual irregular o ausente en mujeres o impotencia en hombres).