Magnesio: ¿por qué es importante para el metabolismo?

Magnesio: uno de los minerales que es fundamental para la salud y el bienestar de nuestro organismo, y fundamental para el buen funcionamiento del metabolismo, desde el hueso hasta las funciones cardiovasculares, musculares y neurológicas: estamos hablando de magnesio

El magnesio es lo que se conoce como un 'macronutriente' y es absorbido por el cuerpo principalmente a través de los alimentos.

Absorbido por el intestino delgado durante la digestión, el magnesio luego es filtrado por los riñones y excretado a través de la orina, las heces y el sudor corporal.

En condiciones normales, el magnesio está presente en el organismo en varios porcentajes: el 60% se encuentra en los huesos, casi el 40% en los músculos y el 1% en el plasma y los líquidos extracelulares.

Magnesio: esencial para todos los procesos metabólicos

Aproximadamente 25 gramos, esta es la cantidad total contenida en el cuerpo humano, mientras que el requerimiento diario varía de 120-180 mg en niños, a aproximadamente 370 mg en adultos y hasta 450 mg en mujeres embarazadas.

El magnesio es un mineral útil para el bienestar y el equilibrio del organismo.

De hecho, es el cofactor de más de 300 enzimas que controlan procesos muy diferentes.

Regula la transmisión de los impulsos nerviosos, interviene en la contracción de las células cardíacas y en el control de los latidos cardíacos.

Regula la presión arterial, promueve la síntesis de proteínas y fija el calcio y el fósforo en huesos y dientes.

Finalmente, el magnesio es invaluable porque ayuda a reducir la fatiga y promueve la relajación muscular.

Entonces, ya sea que estemos hablando de huesos o músculos, del sistema nervioso o del sistema cardiovascular, podemos estar seguros de que el magnesio juega un papel en todos los procesos que nos permiten sentirnos bien física y mentalmente.

Verduras de hoja verde y cereales sin refinar: fuentes de magnesio

El requerimiento diario de magnesio debe ser cubierto por los alimentos que elegimos en nuestra dieta.

Dado que está presente en casi todas las categorías de alimentos, lo único que debemos hacer es seguir una dieta variada y, en condiciones saludables, nos aseguraremos de obtener las cantidades recomendadas.

En general, los alimentos ricos en fibra son una buena fuente de magnesio, y en particular es abundante en verduras de hoja verde como acelgas y espinacas, pero también en brócoli, repollo, coliflor y alcachofas.

Las fuentes importantes de magnesio son las legumbres (lentejas, garbanzos, guisantes y frijoles, especialmente frijoles negros), frutos secos (nueces, pistachos, almendras, anacardos), semillas, frutas (melocotones, higos, plátanos, aguacates), cereales integrales, cacao y frutos secos. chocolate.

Aunque en menor cantidad, el magnesio se encuentra en alimentos de origen animal como el pescado, la carne y los productos lácteos.

Desafortunadamente, el procesamiento de alimentos, como el refinado de cereales, y la cocción reducen la cantidad por porción.

¿Qué hacer en caso de deficiencia?

Más que una deficiencia, las mujeres tienen una mayor necesidad de magnesio en diversas situaciones fisiológicas como el síndrome premenstrual, el embarazo, la lactancia y la menopausia.

Los ancianos también generalmente tienen una mayor necesidad de este mineral. La deficiencia de magnesio puede ocurrir como resultado de tomar ciertos medicamentos (diuréticos, antibióticos, píldoras anticonceptivas), que interfieren con la absorción de magnesio al reducir la disponibilidad o aumentar las pérdidas.

Las enfermedades intestinales crónicas, la diarrea crónica, la cirugía intestinal son situaciones en las que, entre otras, se debe investigar la deficiencia de magnesio.

Los deportistas son otra categoría en riesgo de deficiencia debido a las altas pérdidas por sudoración intensa.

El estrés también puede conducir a una deficiencia, y esta deficiencia a su vez conduce a un aumento de los niveles de estrés, creando un círculo vicioso.

Se debe prestar atención a ciertos síntomas que pueden atribuirse a una deficiencia, como cansancio desmotivado, irritabilidad, ansiedad, insomnio, debilidad muscular, calambres y contracciones musculares o abdominales.

Si se sospecha una deficiencia de magnesio, es importante evitar los remedios caseros o los suplementos sin apoyo médico y consultar a un especialista.

Lea también:

Pediatría / Niños y migraña: no está prohibido comer, pero tenga cuidado con el sobrepeso

Extrasístole: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Fuente:

Humanitas

Quizás te interese