¿Qué es el síndrome de Ehlers-Danlos?

El síndrome de Ehlers-Danlos (EDS) se refiere a un conjunto de trastornos genéticos que resultan en un debilitamiento excesivo y laxitud del tejido conectivo

El síndrome de Ehlers-Danlos (SED) lleva el nombre de los dermatólogos Edvard Lauritz Ehlers y Henri-Alexandre Danlos.

Clasificaron la afección como una serie de trastornos del tejido conectivo causados ​​por anomalías en la producción de colágeno.

Tejido conectivo y colágeno

Para comprender la importancia de esta enfermedad, se debe hacer una especificación: el tejido conectivo sostiene y protege las diversas estructuras anatómicas, además de unirlas entre sí.

Una alteración a nivel de los genes que producen o interactúan con la producción de colágeno, su principal componente, da como resultado un colágeno poco funcional que, por tanto, provoca un debilitamiento y consecuentes problemas más o menos graves a nivel de

  • articulaciones
  • piel;
  • huesos;
  • ojos
  • corazón y vasos sanguíneos;
  • órganos internos (intestinos, pulmones, etc.).

Causas y transmisión del SED (síndrome de Ehlers-Danlos)

Todas estas enfermedades se desarrollan como resultado de una mutación genética que afecta a uno de varios genes, según el tipo que afecta al individuo.

Dependiendo de las diversas formas, estas anomalías se pueden transmitir en 1 o más de las siguientes formas

  • EA autosómica dominante: si uno de los padres, que suele estar enfermo, se ve afectado por la mutación, los hijos de la pareja tendrán un 50% de posibilidades de que se la transmitan;
  • AR autosómica recesiva: se da en individuos que heredan la mutación de ambos padres, que suelen ser portadores sanos de la mutación. En este caso, el riesgo de transmisión a la descendencia ronda el 25%;
  • ligado a x: la anomalía se localiza en el cromosoma x, uno de los 2 cromosomas sexuales;
  • de novo: la mutación no se hereda, sino que se manifiesta por primera vez en el individuo durante las primeras etapas gestacionales.

Los 13 Tipos de EDS (Síndrome de Ehlers-Danlos)

La evolución de la ciencia y las técnicas de estudio ha permitido recientemente (2017) la elaboración de una clasificación internacional actualizada del Síndrome de Ehlers-Danlos, con la identificación de nada menos que 13 tipos.

En concreto, estos son:

SED clásico (cEDS) con anomalía en los genes COL5A1, COL5A2, que codifican el colágeno tipo V o, más raramente, en el gen COL1A1, que codifica el colágeno tipo I, y el modo de transmisión de la EA Autosómica Dominante;

EDS de tipo clásico (clEDS) con una anomalía en el gen TNXB, que codifica la proteína Tenascina XB, y el modo de transmisión AR autosómico recesivo;

EDS cardiovascular (cvEDS) con una anomalía en el gen COL1A2, que codifica el colágeno tipo I, y un modo de transmisión autosómico recesivo AR;

EDS vascular (vEDS) con anomalía en el gen COL3A1, que codifica el colágeno tipo III, o, más raramente, en el gen COL1A1, que codifica el colágeno tipo I, y el modo de transmisión AD Autosómico Dominante;

EDS hipermóvil (hEDS) con una anomalía cuya causa genética aún se desconoce y el modo de transmisión AD Autosómico Dominante;

SED artrocalasia (SEDa) con anomalía en los genes COL1A1, COL1A2, que codifican el colágeno tipo I, y el modo de transmisión de la EA Autosómica Dominante;

EDS dermatoparásito (dEDS) con una anomalía en el gen ADAMTS2, que codifica la enzima ADAMTS-2, y el modo de transmisión AR autosómico recesivo;

EDS cifoescoliótico (kEDS) con una anomalía en el gen PLOD1, que codifica la enzima LH1, o en el gen FKBP14, que codifica la enzima FKBP22, y un modo de transmisión autosómico AR recesivo;

EDS de córnea quebradiza (BCS) con una anomalía en el gen ZNF469, que codifica la proteína ZNF469, o en el gen PRDM5, que codifica la proteína PRDM5, y un modo de transmisión autosómico recesivo AR;

SED espondilodisplásico (spEDS) con una anomalía en el gen B4GALTZ, que codifica la enzima β4GalT7, o en el gen B4GALT6, que codifica la enzima β4GalT6, o en el gen SLC39A13, que codifica la proteína ZIP13, y un modo autosómico recesivo AR de transmisión;

EDS musculocontractural (mcEDS) con una anomalía en el gen CHST14, que codifica la enzima D4ST1, o en el gen DSE, que codifica la enzima DSE, y un modo de transmisión autosómico recesivo AR;

EDS miopático (mEDS) con una anomalía en el gen COL12A1, que codifica el colágeno tipo XII, y modo de transmisión AD autosómico dominante o AR autosómico recesivo;

EDS periodontal (pEDS) con una anomalía en el gen C1R, que codifica la proteína C1r, o en el gen C1S, que codifica la proteína C1s, y el modo de transmisión AD Autosómico Dominante.

EDS afecta tanto a hombres como a mujeres, pertenecientes a varios grupos étnicos.

Las formas más comunes son

  • hipermóvil: 1 caso cada 5/10,000
  • clásico: 1 caso cada 20/40,000;
  • vascular: 1 caso cada 50,000/250,000;
  • cifoescoliosis: 1 caso cada 100,000.

Las otras formas, sin embargo, son más raras.

Síntomas del síndrome de Ehlers-Danlos

Los diferentes tipos de síndrome de Ehlers-Danlos se caracterizan por síntomas que varían según la ubicación del colágeno que funciona mal.

En términos generales, lo que caracteriza clínicamente a la enfermedad en sus diversas formas es:

  • hiperextensibilidad de la piel, que se eleva anormalmente en relación con el sistema musculoesquelético, y luego vuelve a la normalidad;
  • hiperlaxitud de las articulaciones, que se estiran con una elasticidad excesiva respecto a los límites fisiológicos naturales;
  • fragilidad de los tejidos, que luego se desgarran fácilmente.

Estos 3 síntomas se consideran manifestaciones clínicas clave.

Diversas manifestaciones clínicas

Otros síntomas que pueden marcar ciertos tipos de SED, a menudo también relacionados o determinados por las 3 manifestaciones clínicas clave, pueden ser

  • cicatrices atróficas: cicatrices agrandadas con piel delgada, formando una depresión;
  • estrías;
  • retraso en la cicatrización de heridas;
  • piel aterciopelada con consistencia de 'masa';
  • tendencia a hematomas y hematomas, incluso en ausencia de trauma;
  • pseudotumores de moluscos (protuberancias subcutáneas);
  • lesiones articulares, como esguinces, dislocaciones, etc., debido a la hiperlaxitud y la consiguiente inestabilidad articular;
  • hipotonía (tono muscular débil);
  • fatiga y debilidad muscular;
  • dolor muscular y/o articular (mialgia y/o artralgia);
  • hernias;
  • prolapso anal;
  • valvulopatías;
  • debilidad de las paredes de los vasos sanguíneos que tienden a dilatarse o romperse (disecciones, aneurismas, etc.);
  • hipertensión;
  • debilidad de los órganos internos (rotura del útero, perforación del colon sigmoide, etc.);
  • concomitancia de patologías articulares como hallux valgus, rodilla en valgo, rodilla recurvada, pie plano, etc;
  • presencia de ciertos rasgos faciales (ausencia o desarrollo parcial de lóbulos de las orejas y/o cejas, orejas protuberantes);
  • retraso en el desarrollo físico y/o psíquico;
  • problemas de visión (miopía severa, ceguera);
  • trastornos óseos (osteopenia, osteoporosis)».

Pronóstico y complicaciones

El pronóstico del SED varía en función de la gravedad de la forma, de la que esté afectado el paciente, incluso dentro del mismo tipo, y de los órganos afectados.

La expectativa de vida para casi todos los tipos es normal; sin embargo, las complicaciones de formas más complejas como el SED vascular pueden ser fatales. Por lo tanto, no es posible establecer un pronóstico general.

El diagnóstico del síndrome de Ehlers Danlos se basa fundamentalmente en:

  • el análisis clínico, gracias al examen objetivo y los antecedentes familiares, excluyendo también patologías que puedan dar lugar a una sintomatología similar como, por ejemplo, la reumatología y las cardiopatías;
  • prueba genética que, a excepción de la forma hipermóvil (hEDS), cuyas causas aún se desconocen, es capaz de identificar cualquier mutación genética y el tipo de síndrome.

Además, lo siguiente también puede ser útil

  • ecocardiograma, para evaluar posibles complicaciones vasculares;
  • biopsia de piel, que puede ayudar a diagnosticar las formas clásica, hipermóvil y vascular.

La importancia del diagnóstico precoz en la infancia

Desafortunadamente, el SED no se puede prevenir, pero el diagnóstico temprano es importante para poder desarrollar un apoyo terapéutico adecuado para prevenir alguna o todas las posibles complicaciones.

Las manifestaciones clínicas de la enfermedad, de hecho, suelen darse en el nacimiento o en la infancia, por lo que es muy importante realizar una revisión inicial con el pediatra para que, en caso necesario, pueda acudir posteriormente a médicos especialistas con los que establecer un curso de acción que siga al niño a lo largo del tiempo, involucrando también la colaboración dentro de diferentes disciplinas.

Cómo se trata el síndrome de Ehlers-Danlos

Hasta la fecha no existe una cura definitiva para el síndrome de Ehlers Danlos, sino únicamente tratamientos que actúan sobre los síntomas presentados, como

  • antiinflamatorios y analgésicos para reducir el dolor y la inflamación relacionados con la inestabilidad músculo-articular;
  • medicamentos hipotensores, capaces de disminuir la presión arterial para proteger los vasos sanguíneos más débiles;
  • fisioterapia, para fortalecer los músculos y mejorar la estabilidad articular, reduciendo el riesgo de esguinces y lesiones;
  • uso de aparatos ortopédicos y aparatos ortopédicos, para estabilizar las articulaciones y reducir la posibilidad de lesiones;
  • cirugía vascular y/u ortopédica, en el caso de lesiones cardiovasculares u osteoarticulares en las que el tratamiento médico sea inadecuado. En este caso, dada la laxitud de los tejidos, se debe prestar especial atención a las suturas;
  • lentes para la corrección/mitigación de defectos de visión.

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Fuente:

GSD

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