Cruz Roja y Media Luna Roja: Necesitamos nuevos pasos extraordinarios para aumentar el acceso a las vacunas COVID-19 y los necesitamos ahora
Acceso a las vacunas Covid-19: el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja está pidiendo a los estados y a las empresas farmacéuticas que avancen mucho más rápido hacia una solución a la evidente desigualdad en el acceso a las vacunas COVID-19 en todo el mundo. Necesitamos acordar ahora las formas de aumentar la producción y distribución de la vacuna COVID-19
Los tiempos extraordinarios de una pandemia mundial exigen medidas extraordinarias de la comunidad internacional. Alentamos a los Estados a considerar todas las medidas posibles para impulsar la producción, distribución y acceso equitativo a las vacunas COVID-19 tanto entre países como dentro de los países, para que nadie se quede atrás.
Esto incluye acelerar, bajo el paraguas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), las negociaciones relacionadas con la propiedad intelectual y otras barreras para una rápida ampliación de la producción de vacunas en todo el mundo.
Además, las empresas farmacéuticas deben llegar más lejos para compartir la tecnología y el conocimiento necesarios, y pedimos a los estados que les brinden los incentivos y el apoyo necesarios para hacerlo.
Acceso a las vacunas Covid-19, declaraciones del presidente Francesco Rocca
“En medio de la peor pandemia en 100 años, la exención de propiedad intelectual para las vacunas COVID-19 es un compromiso político necesario para abordar las inequidades en el acceso a la escala y velocidad que necesitamos.
Millones de vidas dependen de él y de la igualmente importante transferencia de tecnología y conocimiento para aumentar la capacidad de fabricación en todo el mundo ”, dijo Francesco Rocca, presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
No podemos permitirnos atascarnos en negociaciones durante los próximos 6 meses. También pedimos a los gobiernos que aceleren el intercambio de las existencias de vacunas existentes para garantizar una distribución más equitativa, particularmente en países que actualmente están experimentando aumentos repentinos de casos de COVID-19.
A partir de este mes, los 50 países más pobres del mundo representan el 2% de las dosis administradas a nivel mundial. Y los 50 países más ricos están siendo vacunados a una tasa 27 veces mayor que la tasa de los 50 países más pobres.
África representa el 14% de la población mundial, pero solo el 1% de las dosis administradas. [1] Esto no solo es moralmente incorrecto, sino que aumenta los riesgos de variantes más contagiosas y mortales en todas partes y ejerce una presión innecesaria sobre la economía mundial.
Igualdad de acceso a las vacunas Covid, declaraciones de Peter Maurer
“Se deben explorar todas las opciones para superar los obstáculos al acceso equitativo.
Esto incluye una mejor distribución de las dosis de vacunas existentes a nivel mundial, la transferencia de tecnología y el aumento de la capacidad de fabricación.
No existe una fórmula mágica para el acceso equitativo. Se deben considerar todos los medios posibles ”, dijo Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El acceso más amplio a las vacunas también requiere la entrega a nivel comunitario y la movilización y conexión social para apoyar la comprensión y aceptación de la comunidad.
Esto es importante en todos los países del mundo, ya que los desafíos de esta pandemia se sienten en todo el mundo, pero es aún más importante para las poblaciones que siempre están al final de la línea.
Las personas en entornos de bajos ingresos, en contextos afectados por conflictos armados y en áreas fuera del control del Estado, refugiados, migrantes, detenidos y otras poblaciones desatendidas deben incluirse en los planes nacionales de vacunación y no ser olvidados.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja continuará en 192 países para apoyar los esfuerzos de los gobiernos para controlar la propagación del virus y administrar las vacunas.
Nuestro papel es llegar a las poblaciones en la “última milla” y empoderar continuamente a las comunidades como fuerza impulsora de la respuesta humanitaria al COVID-19.
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