Terremoto en China: últimas actualizaciones

Intensos esfuerzos de rescate y desafíos climáticos en el noroeste de China

Impacto devastador del terremoto y respuesta inicial

La reciente terremoto en el noroeste China, uno de los más mortíferos desde 2014, ha provocado un trágico saldo de más de 130 bajas, con 113 personas fallecidas en Gansu provincia y 18 en Qinghai provincia. En Gansu, más de 207,000 viviendas resultaron dañadas y alrededor de 15,000 casas se derrumbaron, lo que afectó a aproximadamente 145,000 personas. A pesar de las temperaturas extremadamente bajas, que exacerbaron aún más la situación, los rescatistas trabajaron incansablemente para salvar y ayudar a los sobrevivientes, proporcionando más de 128,000 artículos de emergencia, como tiendas de campaña, mantas y camas plegables, así como alimentos como bollos al vapor y fideos instantáneos.

Desafíos climáticos y condiciones duras

Operaciones de rescate se han visto gravemente obstaculizados por una fuerte ola de frío que ha arrasado la mayor parte de China. Las temperaturas alrededor del epicentro del terremoto en Gansu cayeron a alrededor de -15 grados Celsius, aumentando el riesgo de hipotermia rápida para quienes quedan atrapados bajo los escombros. La amenaza de fuertes réplicas, algunas de las cuales podrían alcanzar una magnitud de 5, añadió nuevos desafíos para los rescatistas y los equipos de evaluación de la situación.

Esfuerzos de rescate y resiliencia comunitaria

A pesar de la condiciones prohibitivas, miles de rescatistas, incluidos voluntarios, se movilizaron para buscar supervivientes y reubicar a los residentes. Historias de supervivientes, como Du Haiyi, que salvó a su madre y a su hermana de los escombros, son testigos de la resiliencia y el sentido de comunidad que surge en respuesta a este tipo de desastres. La comunidad local y los voluntarios brindaron apoyo vital, incluidos alimentos y refugio, a los sobrevivientes que perdieron sus hogares.

Hacia la reconstrucción y la recuperación

Las operaciones de rescate continúan, pero la atención se está desplazando hacia las necesidades inmediatas de los supervivientes y residentes, con un compromiso concentrado en la reconstrucción y recuperación de las zonas afectadas. La respuesta al desastre está demostrando resiliencia y la eficacia de los esfuerzos de rescate en condiciones difíciles, ofreciendo esperanzas de una recuperación rápida y, con suerte, sostenible.

Fuentes

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