Pólipos intestinales: diagnóstico y tipos.

Los pólipos intestinales se presentan principalmente en personas mayores de 40 años. A simple vista, aparecen como irregularidades en la mucosa, el tejido interno que forma las paredes del colon o el recto, pero cada pólipo puede variar en forma, tamaño y patrón de crecimiento.

Aunque no todos los pólipos se convierten en tumores, todas las neoplasias comienzan como pólipos.

Por tanto, es importante durante la colonoscopia caracterizarlos y especialmente eliminar aquellos que tienen este potencial degenerativo.

Pólipos intestinales: tipos y tamaños

Gracias a las nuevas tecnologías y endoscopios, cada vez más avanzados en cuanto a resolución, los médicos pueden identificar pólipos y en algunos casos incluso predecir su tipo.

Sin embargo, la forma segura de diagnosticar y caracterizar un pólipo es a través de la evaluación microscópica y la observación histológica: luego deben ser extirpados (en parte o en su totalidad) y analizados.

Los pólipos colorrectales se pueden clasificar según su forma.

Aproximadamente el 85% de los pólipos son "sésiles", es decir, con forma de cúpula sin tallos.

En contraste, el 13% son “pediculados”, como un hongo que cuelga de la pared del colon.

Solo el 2% de las lesiones precancerosas son completamente planas.

La importancia de la endoscopia en el diagnóstico de pólipos intestinales

La forma influye en la facilidad con la que los pólipos pueden ser visualizados por el endoscopista: el pólipo con pedúnculo es generalmente bien visible, mientras que el pólipo plano es más difícil de identificar porque es tan delgado que tiende a mezclarse con otras partes del intestino. Además, incluso los restos más pequeños de heces en el vientre a menudo pueden dificultar la visualización.

Esto explica la importancia de una preparación lo más precisa posible para el examen intestinal, ya que permite realizar una colonoscopia más precisa y visualizar y extirpar todos los pólipos observados.

En cuanto al tamaño, los pólipos pueden tener menos de 5 milímetros y hasta 30 milímetros.

Cuanto más pequeño es el pólipo, menos probabilidades hay de que sea maligno: los que miden más de 20 milímetros tienen un 10% más de probabilidades de tener células modificadas en su interior.

Las células degeneradas también tienen diversos grados de "modificación" desde displasia leve hasta cáncer.

El tamaño, junto con la forma del pólipo, influye en el método de extirpación: los pólipos acechados generalmente se pueden extirpar en una sola operación, a menudo de forma ambulatoria, mientras que los pólipos sésiles, especialmente los grandes, pueden requerir la extirpación en varios fragmentos o una procedimiento hospitalario.

Adenoma convencional y pólipos serrados: diferencias

En los últimos años, numerosas evidencias y estudios han demostrado que el desarrollo de cáncer colorrectal también puede ocurrir a partir de un tipo diferente de adenoma, a saber, el pólipo serrado sésil.

El setenta y cinco por ciento de los cánceres de colon se originan a partir de pólipos llamados adenomas convencionales (que pueden ser tubulares o vellosos), que surgen de las células glandulares que se encuentran en el colon.

Los pólipos serrados representan el 25% de los tumores.

Suelen ser protuberancias dentadas, delgadas y de color claro de la mucosa del colon sin una forma definida, cubiertas con una fina capa de moco.

Estas características los hacen apenas visibles durante la colonoscopia.

Pólipos intestinales: síntomas que no deben subestimarse

Colorrectal p. no tiene síntomas específicos.

Se vuelven indolentes durante años y muestran signos de su presencia cuando se vuelven grandes o se han degenerado en tumores.

Es por eso que se recomienda una colonoscopia, el único examen que puede identificar pólipos colorrectales, mayores de 50 años.

Es un examen invasivo, pero hoy en día, con la ayuda de analgésicos y sedantes, se puede realizar sin molestias especiales para el paciente.

La edad a la que se realiza la primera colonoscopia se puede adelantar si hay un familiar que ha tenido un tumor colorrectal.

Dada la necesidad de recopilar más información, en estos casos es necesario un examen gastroenterológico especializado para establecer el momento correcto para el examen y la posible necesidad de más investigaciones.

Lea también:

Ultrasonido transvaginal: cómo funciona y por qué es importante

Enfermedades raras: poliposis nasal, una patología para conocer y reconocer

Fuente:

Humanitas

Quizás te interese