Vitíligo: tratamientos efectivos
Manchas que blanquean la piel y que se agrandan poco a poco. El vitíligo es una enfermedad que afecta a la epidermis. No es contagioso, pero puede generar una gran carga psicológica para vivir debido a la imperfección.
En la actualidad, no existen terapias curativas, pero existen varias posibilidades para mejorar la situación.
La enfermedad afecta a los melanocitos, las células de la piel que producen melanina, el pigmento responsable de la coloración de la piel, de ahí las inconfundibles manchas blancas en la epidermis (leucoderma).
Se desconocen las causas, pero la investigación está cada vez más cerca de comprender los mecanismos detrás de la enfermedad.
Las zonas afectadas por el vitíligo
El empeoramiento puede ser más o menos rápido y en ocasiones la situación se mantiene estable durante años.
Aunque toda la epidermis puede verse afectada, la aparición del vitiligo suele afectar a zonas concretas, como la zona de los ojos, el ano, el glande y los genitales.
Las uñas (especialmente las yemas de los dedos) también pueden verse afectadas.
Más generalmente, también pueden aparecer manchas en la cara, cuello, manos, antebrazos e ingles.
Donde hay cicatrices, también se pueden formar nuevas manchas.
A veces, las adherencias de la piel como el cabello, la barba, las pestañas y las cejas, que están presentes en las áreas despigmentadas, también pueden blanquearse.
En algunos casos la despigmentación también afecta a los labios y la retina o el iris, pero sin afectar a la visión.
Tratamiento del vitíligo
No existe una cura definitiva para el vitíligo.
Sin embargo, los síntomas se pueden aliviar con varios tratamientos.
Existen productos dermocosméticos que reducen la diferencia de color entre las manchas y el resto de la epidermis.
También se utilizan con éxito varios tratamientos tópicos.
Las terapias incluyen el uso de inmunosupresores, tacrolimus o esteroides de acción local, que, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad, pueden ayudar a la repigmentación al contrarrestar la inflamación', enfatiza el especialista.
Para repigmentar la piel, también es posible someterse a ciclos de fototerapia UVA-UVB, PUVA o UVB de banda estrecha, combinados con sustancias fotosensibilizantes como los psoralenos (los resultados son, sin embargo, temporales).
Es raro que una sola terapia sea efectiva, por lo que el énfasis está en el uso combinado de medicamentos, suplementos y, a veces, fototerapia, dependiendo de si la enfermedad está estacionaria, empeorando o mejorando.
El trasplante de melanocitos es, por otro lado, una opción en desarrollo.
Es una de las últimas innovaciones para el vitíligo, y solo se puede utilizar en casos seleccionados, para pequeños parches.
En estos casos el tratamiento es una cura de vitíligo.
La propagación del vitíligo
A nivel mundial, el vitiligo tiene una prevalencia estimada de 1-2%, con un estimado de 100 millones de pacientes. En algunos países la incidencia es mayor, por razones genéticas y sociales.
En el 95% de los casos, la enfermedad aparece antes de los 40 años, a menudo entre los 10 y los 30 años.
Afecta sin predilección entre los diferentes grupos étnicos.
La incidencia es igual entre los dos sexos.
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