La clasificación del linfedema

El linfedema es una patología que afecta a los vasos linfáticos y provoca una acumulación de líquido y otras sustancias en los espacios intercelulares

La circulación de los miembros inferiores consta de tres sistemas: arterial, venoso y linfático.

Las arterias llevan sangre oxigenada y nutrientes a los tejidos, las venas transportan sangre rica en dióxido de carbono y productos de descomposición de los tejidos, y los vasos linfáticos drenan el agua y el exceso de moléculas grandes, en particular las proteínas, que ocupan los espacios entre las células.

Los vasos linfáticos también realizan una importante función defensiva frente a bacterias y patógenos en general.

Grados de clasificación del linfedema

El linfedema de miembros inferiores es una patología que afecta a los vasos linfáticos.

Muchas causas patogénicas, tanto congénitas como adquiridas, pueden llevar a que los vasos linfáticos no cumplan con su función con acumulación de líquido y luego de sustancias en los espacios intercelulares.

Se puede distinguir en tres grados básicos:

  • el primero consiste en la simple acumulación de agua que conduce al edema de los miembros inferiores. Esta hinchazón es inicialmente transitoria, reducible y es poco probable que cause molestias importantes; los síntomas pueden ser borrosos y confundirse con otras patologías: calambres ocasionales, especialmente por la noche, hormigueo, a veces picazón.
  • La segunda etapa es aquella en la que, junto con el agua, también se estancan las proteínas y otros catabolitos celulares. En esta etapa el edema es más difícil de reducir y los síntomas (pesadez, hormigueo, calambres, picor) se vuelven persistentes y constantes, especialmente por la noche.
  • el tercer grado corresponde al estado indurativo del tejido subcutáneo, cuando, como consecuencia del estancamiento constante y persistente, el organismo produce fibrosis del tejido; en esta etapa, el edema ya no es reducible y todas las medidas terapéuticas son solo parcialmente efectivas; el mayor grado de linfedema corresponde a esta etapa, que se denomina elefantiasis.

Diagnóstico y posibles complicaciones del linfedema

A estos grados siempre se pueden sumar complicaciones, generalmente infecciosas.

La erisipela es la más frecuente y consiste en una infección subcutánea que provoca una dermatitis, a veces ampollosa, difícil de erradicar, muchas veces recidivante, marcada por episodios febriles con escalofríos, enrojecimiento de la piel, dolor intenso y vivo de la zona afectada con aparición de estrías linfangíticas a lo largo de las estaciones de los ganglios linfáticos de la extremidad inferior.

Esta infección agrava la estasis linfática haciendo que la hinchazón y los síntomas sean aún más intensos.

La dermatitis crónica con secuelas permanentes también suele permanecer.

El diagnóstico es fundamentalmente clínico y no debe confundirse con estasis de origen venoso (várices, síndromes postrombóticos), que suelen asociarse.

Tampoco debe confundirse el linfedema con todos aquellos edemas derivados de déficits posturales del pie (planitud, hallux valgus) y que son expresión de un bombeo muscular insuficiente.

También deben excluirse otros edemas de origen cardiaco, renal o proteico.

También deben excluirse determinadas patologías tumorales, que pueden ser causa de linfedema (linfomas, metástasis ganglionares de otros tumores).

Los exámenes instrumentales esenciales son un ecodoppler color, para descartar una patología venosa, y algunos análisis de sangre.

Rara vez es necesaria una linfografía y se prescribe cuando el tratamiento quirúrgico es imprescindible.

La prevención como primera terapia real

La terapia es simple para los dos primeros grados, difícil para el tercero.

Siempre es necesario reducir los edemas (presoterapia, drenaje linfático, dieta adecuada) y mantener las extremidades desinfladas (medias elásticas).

En segundo y tercer grado también se pueden combinar termoterapia, mesoterapia y otros fármacos más específicos.

Una serie de consejos, útiles para la insuficiencia venosa, son indispensables en el tratamiento del linfedema.

En los grados más extremos, se debe recurrir a la cirugía de investigación, cuyos resultados no siempre son óptimos.

La verdadera terapia es la prevención, dirigida especialmente a aquellos pacientes que tienen antecedentes familiares positivos de linfedema.

Se deben colocar todos los dispositivos necesarios para mantener las piernas desinfladas (presoterapia, mesoterapia, drenaje linfático, medias elásticas, ortesis) desde las primeras molestias, para evitar un empeoramiento inexorable de la situación a grados extremos.

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