Pielonefritis: causas, síntomas y tratamiento

By cristiano antonino On 17 de octubre de 2022

La pielonefritis se refiere a un proceso infeccioso que afecta el tracto urinario superior, es decir, los riñones. Este proceso infeccioso puede surgir por diversas causas y orígenes y afecta únicamente a las vías urinarias

¿Cuáles son las causas de la pielonefritis?

La vía de transmisión bacteriana más frecuente que provoca, precisamente, la pielonefritis está representada por la vía ascendente coincidiendo, muy probablemente, con una cistitis bacteriana en curso por E.Coli u otras bacterias.

Dicha Infección, sin embargo, para llegar al punto de infectar los riñones debe ser promovida por anomalías del sistema urinario, tanto funcionales como anatómicas, que pueden presentarse en los sexos femenino y masculino:

reflujo vesicoureteral
vejiga neurológica
litiasis renal y vesical
uropatía obstructiva y otras.

La pielonefritis también tiene vías adicionales, como la linfática y la hematológica.

Esta condición afecta predominantemente al sexo femenino, tanto por razones hormonales (cambios hormonales) como anatómicas (uretra más corta y episodios de cistitis).

Síntomas y signos de pielfrenitis.

La pielonefritis puede presentarse en forma aguda o crónica:

en la fase aguda puede degenerar en pionefrosis o absceso perirrenal;
en la pielonefritis crónica (que incluye la pielonefritis xantogranulomatosa). La sintomatología se evidencia por dolor abdominal y en el flanco, escalofríos con agitación, fiebre alta persistente, trastornos de la micción, confusión mental y hematuria.

Cómo se diagnostica la pielfrenitis

La pielonefritis se diagnostica por la presencia de una infección urinaria y mediante la realización de pruebas diagnósticas dirigidas como la TAC abdominal y la ecografía renal, así como lógicamente pruebas hematológicas.

Terapia de pielonefritis

En la población anciana afectada por esta enfermedad, la tasa de mortalidad es regular, por lo que se recomienda realizar cuanto antes antibioterapia endovenosa dirigida para lograr la regresión del proceso infeccioso y consecuentemente de la sintomatología lo antes posible.

Sin embargo, se recomienda, incluso en personas de cualquier edad, abordar la patología anterior lo antes posible mediante la observación de una terapia antibiótica válida y dirigida.