Mielopatía cervical: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento
El término médico “mielopatía cervical” se utiliza para indicar patologías que afectan la primera parte de la médula espinal
Este grupo incluye el cuello uterino espinal estenosis, enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan la médula espinal cervical, mielitis cervical y todas las lesiones de origen traumático que afecten la médula espinal cervical.
Mielopatía cervical: ¿qué es?
La mielopatía cervical es un término médico que se utiliza para referirse a una enfermedad de la médula espinal que se encuentra entre las primeras siete vértebras de la columna.
La lista de mielopatías cervicales incluye todas las formas de mielitis, es decir, inflamación de la médula espinal, episodios de estenosis espinal cervical, lesiones de la médula espinal cervical con origen traumático y mielopatías vasculares cervicales, es decir, enfermedades vasculares que afectan los vasos que irrigan la médula espinal cervical.
La mielopatía cervical más común es la estenosis espinal cervical, una afección que afecta la columna cervical y la médula espinal cervical, lo que provoca el estrechamiento del canal espinal y la subsiguiente compresión de la médula espinal.
La palabra mielopatía proviene de la combinación de “mielo”, término utilizado en medicina para referirse a la médula espinal, y “patia”, que significa enfermedad. “Cervical” en cambio indica que se refiere a la cuello zona.
Por lo tanto, el término "mielopatía cervical" significa literalmente "enfermedad de la médula espinal cervical".
Mielopatía cervical: las causas
Las causas de la mielopatía cervical pueden variar.
Con frecuencia esta patología se asocia a la espondilosis cervical, una condición médica que provoca una degeneración paulatina de las vértebras cervicales, favorecida por algunos factores predisponentes como la edad avanzada, los traumatismos cervicales y la obesidad.
La mielopatía cervical también puede estar relacionada con tumores de la columna cervical, artritis reumatoide o hernia de disco cervical.
En algunos pacientes, el origen de la patología es una malformación congénita como el estrechamiento del canal espinal.
Los factores de riesgo para las mielopatías cervicales incluyen infecciones que afectan la médula espinal, como la poliomielitis, la aterosclerosis, que puede causar un suministro anormal de sangre, enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjogren, la neuromielitis óptica y la esclerosis múltiple. También influye la presencia de traumatismos cervicales en el pasado y la aparición de tumores en la columna cervical.
Mielopatía cervical: síntomas
Entre los primeros síntomas de la mielopatía cervical encontramos una sensación de rigidez y dolor en el cuello, a menudo acompañada de molestias que se extienden a los hombros y la espalda.
Los pacientes con esta patología presentan una sensación de debilidad generalizada en los músculos de los miembros inferiores y superiores, atrofia muscular y sensación de entumecimiento en la cara.
Entre los síntomas también se encuentran trastornos urinarios e intestinales, así como alteración de la motricidad, acompañada de espasmos musculares e inestabilidad.
Mielopatía cervical: el diagnóstico
Para diagnosticar la mielopatía cervical es fundamental identificar la causa de la patología.
Esto se puede hacer analizando los síntomas del paciente, a través de una anamnesis precisa acompañada de exámenes radiológicos como mielografía, tomografía computarizada de la columna y resonancia magnética nuclear de la columna.
A menudo, también se prescriben análisis de sangre, punciones lumbares y un examen neurológico.
El proceso de diagnóstico, a menudo muy detallado, permite excluir patologías con síntomas similares para llegar a un diagnóstico preciso.
Mielopatía cervical: la terapia
La mielopatía cervical se trata de manera diferente según la causa subyacente y la gravedad de los síntomas.
En el caso de la mielopatía cervical asociada a una lesión de la médula espinal, los tratamientos, lamentablemente, garantizan efectos limitados ya que es una condición irreversible.
Mielopatía cervical: complicaciones
La mielopatía cervical, en el caso de una terapia inadecuada, puede causar muchas complicaciones.
A menudo, el dolor se vuelve crónico, causando espasmos musculares y, en algunos casos, parálisis total de las extremidades inferiores y superiores.
Algunos pacientes experimentan pérdida del control de la defecación y la función urinaria, y la aparición de disfunción sexual.
La mielopatía cervical a menudo se asocia con problemas cardiovasculares y depresión.
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