lindo niño llorando y sosteniendo su oído sobre un fondo blanco

Pediatría: cómo diagnosticar los trastornos auditivos en niños

By cristiano antonino On 15 de febrero de 2023

Actualmente, los trastornos de la función auditiva se pueden diagnosticar con diferentes métodos instrumentales sofisticados

La prueba más solicitada y realizada en las consultas de Otorrinolaringología es la prueba audiométrica, que permite evaluar el grado de pérdida auditiva.

Sencillo de realizar, orienta rápidamente al especialista sobre la gravedad de la deficiencia auditiva y, en cierta medida, sobre la causa de la misma. En pediatría, la prueba más común es la prueba de impedancia, que evalúa el grado de elasticidad de la membrana timpánica y la presencia de moco en la cavidad timpánica.

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Esta investigación instrumental se utiliza para seguir la enfermedad catarral del oído medio, uno de los trastornos más comunes en los niños.

A lo largo de los años, la tecnología nos ha permitido pasar de dispositivos complejos que permitían tiempos de prueba del orden de varios minutos a instrumentos simples y portátiles que permiten realizar una prueba en segundos.

Todo ello ha permitido a los especialistas en pediatría utilizar cada vez más la medición de la impedancia en la práctica clínica ambulatoria.

Este uso extensivo permite seguir minuciosamente toda la patología del oído medio en pediatría, evitando incluso complicaciones quirúrgicas graves que, en ocasiones, pueden incluso conducir a una meningitis otogénica.

También en el ámbito pediátrico, y más concretamente neonatal, se utilizan actualmente las otoemisiones acústicas: se trata de un método sencillo y rápido que permite, mediante el análisis de los ecos cocleares de Kemp, evaluar la integridad al nacimiento del oído interno.

Este método permite el diagnóstico precoz de la sordera y por tanto la protésica inmediata para evitar que la privación auditiva altere mínimamente el desarrollo psicofísico del pequeño paciente.

Otras investigaciones instrumentales más complejas están representadas por los Potenciales Evocados del tronco encefálico (ABR) y la Electrococleografía (EchoG) que estudian, con métodos electrofisiológicos, las vías nerviosas que conducen la señal acústica desde el oído interno hasta la corteza cerebral.

La aplicación de estas investigaciones está ciertamente orientada al diagnóstico de las patologías neurológicas auditivas, es decir, los nobles y delicados componentes nerviosos que pueden dar lugar a lesiones irreversibles pero afortunadamente muy raras.