Síntomas y tratamiento de la bacteria Escherichia coli
Escherichia coli (E. coli) es una especie de la bacteria del género Escherichia, que forma parte de la microbiota intestinal de humanos y otros animales de sangre caliente
La mayoría de las cepas de Escherichia coli son inofensivas, ya que este microorganismo vive como comensal en nuestro organismo, pero algunas cepas pueden provocar enfermedades más o menos graves, que en la mayoría de los casos afectan al intestino y las vías urinarias.
¿Qué es Escherichia coli?
Escherichia coli es una bacteria gramnegativa (toman un color rojo después de someterse a la tinción de Gram, un proceso químico utilizado para clasificarlas), que normalmente se encuentra en la flora bacteriana de nuestros intestinos.
Forma parte de la microbiota y es una bacteria comensal, que sobrevive gracias al organismo en el que vive, pero al mismo tiempo realiza una función propia, por ejemplo, produciendo vitamina K.
E. coli es un bacilo asporogénico, puede vivir en un ambiente con o sin aire, fermenta la lactosa y tiene la característica microscópica de tener extroversiones que le permiten adherirse a la pared del órgano que coloniza.
Síntomas de la infección por Escherichia coli
Los síntomas de la infección intestinal por Escherichia coli incluyen:
- dolor abdominal
- diarrea, incluida diarrea sanguinolenta según la ubicación de la infección y la cepa de bacterias implicadas;
- náuseas y vómitos;
- fiebre, generalmente en la fase inicial de la infección.
Los síntomas generalmente aparecen de 12 horas a unos pocos días después del contacto con la bacteria y duran alrededor de 1 semana.
Es muy común que la infección ocurra en los países en desarrollo (la llamada 'diarrea del viajero') o en todas las situaciones en las que las condiciones sanitarias son malas o subóptimas.
La infección por E. coli también puede localizarse en otros órganos, provocando cistitis e infecciones del tracto urinario más o menos graves, pero también cuadros más graves y afortunadamente más raros de neumonía, meningitis y septicemia grave.
Escherichia coli en orina
La transmisión de Escherichia coli que provoca la alteración de las vías urinarias se produce en su mayor parte de forma endógena: la bacteria se encuentra en las heces de la persona y, debido a la posición anatómica de proximidad del ano a la uretra (típica del sexo femenino en particular), aprovecha sus características microscópicas para adherirse a las paredes de la vejiga y la uretra, creando cistitis, uretritis e infecciones de diversa gravedad, especialmente si no se tratan adecuadamente.
En casos excepcionales, es posible que la bacteria provoque un síndrome urémico hemolítico con grave deterioro para el paciente, que afecta principalmente a niños y ancianos.
¿Cómo se transmite?
La transmisión de la bacteria se produce a través de agua o alimentos crudos contaminados. Las altas temperaturas y, por lo tanto, la cocción de los alimentos, matan a la bacteria E. coli.
También puede transmitirse por contacto fecal-oral de persona a persona, por lo que es fundamental tomar la precaución higiénica de lavarse las manos con frecuencia.
¿Qué pruebas se deben realizar para saber si tiene E. coli?
Los pacientes con diarrea persistente y severa pueden tener un cultivo conjunto para determinar la presencia de la bacteria en el intestino.
La infección del tracto urinario causada por Escherichia coli es muy común y si se trata adecuadamente, no es peligrosa y se identifica mediante la realización de un cultivo de orina.
Se debe prestar especial atención a las mujeres embarazadas, para quienes se requiere una prueba de orina mensual.
Incluso en esta condición, si se detecta la bacteria, es importante someterse a un tratamiento antibiótico específico para eliminarla por completo.
¿Cómo se previene?
La prevención está básicamente ligada a normas de higiene específicas: lavado de manos y mantenimiento de la higiene personal.
En cuanto a Escherichia coli en el sistema urinario, no existe una prevención terapéutica, solo sustancias naturales que ayudan a que las paredes de la uretra y la vejiga tomen características específicas para evitar que la bacteria se adhiera a sus paredes.
Se trata de complementos a base de semilla de pomelo, arándanos y frutos rojos, recomendados especialmente para aquellas personas con frecuentes infecciones urinarias provocadas por E. coli.
E. coli en niños: ¿es peligroso?
Los niños y los ancianos son los grupos con mayor riesgo de tener complicaciones relacionadas con la diarrea causada por Escherichia coli, principalmente por el estado de deshidratación que puede resultar de esta condición.
La infección es más frecuente en pacientes jóvenes, debido a su propensión a llevarse las manos a la boca con frecuencia.
Siempre es importante que, en caso de diarrea profusa, el niño se hidrate adecuadamente y que se consulte al pediatra lo antes posible para evitar la deshidratación y secuelas renales más graves.
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