¿Qué es la queratosis seborreica?

En el campo médico, la queratosis seborreica o verruga seborreica es una forma de tumor benigno de la epidermis que aparece como una mancha generalmente redonda u ovalada, de color carne, marrón o negra.

A menudo se desarrolla en forma verrucoide, pero a veces también puede presentarse como una pápula lisa.

Estos crecimientos completamente inofensivos suelen ser comunes en personas de mediana edad y mayores.

Aunque no es peligrosa, la queratosis seborreica puede confundirse con otras enfermedades de la piel

En cambio, estos podrían conducir a formas cancerígenas si no se tratan a tiempo.

Por esta razón, siempre es importante confiar en un dermatólogo para tener un diagnóstico correcto y comprender si es necesario un tratamiento.

Las queratosis seborreicas o las verrugas seborreicas suelen definirse como crecimientos redondos u ovalados con una superficie casi siempre cerosa, verrugosa, escamosa y costrosa que se desarrolla en la superficie de la piel.

Este tipo de crecimiento puede variar tanto en color, desde marrón claro hasta marrón y negro, y en tamaño, que generalmente varía desde menos 0.5 cm hasta varios centímetros.

Las queratosis de color marrón oscuro a veces se pueden confundir con melanomas o lunares atípicos.

Generalmente estas lesiones pigmentadas se desarrollan lenta y gradualmente en sujetos predispuestos.

Sin embargo, en algunos pacientes con síndrome cutáneo paraneoplásico o con ciertos tipos de cáncer, como linfomas o tumores del tracto gastrointestinal, pueden desarrollarse muy rápidamente y ser extensos y de tamaño múltiple.

Las queratosis seborreicas se adhieren a la piel, es decir, parecen casi "pegadas" y, a menudo, pueden descamarse y formar costras propensas a desprenderse.

Generalmente se dan en personas que han alcanzado una edad media avanzada (40-50 años) y afectan tanto a hombres como a mujeres sin distinción.

La lesión cutánea se registra con mayor frecuencia en la raza caucásica mientras que es raro encontrarla en orientales y en sujetos de raza africana.

Las causas de las manifestaciones de la queratosis seborreica aún se desconocen y están en estudio

La única correlación en la que los médicos parecen estar de acuerdo es la de naturaleza genética.

La hipótesis más acreditada hasta la fecha es precisamente la que sugiere que las verrugas seborreicas pueden transmitirse genéticamente de forma autosómica dominante.

También hay familiaridad con respecto al número y la ubicación de los crecimientos.

Lo cierto es que las alteraciones hormonales, aunque no sean la causa desencadenante de la queratosis seborreica, pueden acelerar su crecimiento y consecuentemente su evolución.

De hecho, el momento de alta modulación hormonal como la menopausia suele coincidir con el reforzamiento de las lesiones.

Algunos estudios han sugerido un vínculo entre el desarrollo de la enfermedad y la radiación de los rayos UV.

Una hipótesis derivada del hecho de que los sujetos que han estado expuestos al sol durante periodos prolongados de tiempo tienden a desarrollar queratosis seborreica.

Sin embargo, dado que el trastorno también ocurre en personas que no se han expuesto excesivamente a los rayos solares, los rayos UV no parecen jugar un papel importante.

Por tanto, el debate sobre la implicación de la luz solar en la etiología de la queratosis seborreica sigue abierto.

Manifestaciones clínicas de la queratosis seborreica

Generalmente, la queratosis seborreica comienza a manifestarse como una pequeña pápula amarillenta: una lesión de la piel elevada con respecto al plano cutáneo que aparece en relieve y por tanto es palpable.

Con el tiempo tiende a oscurecerse y variar de tamaño, agrandándose y comenzando a descascararse.

Dependiendo del subtipo de queratosis seborreica que padezca el paciente, el color de la lesión puede variar significativamente.

Como era de esperar, las lesiones pueden variar considerablemente de tamaño y, aunque en la mayoría de los casos se presentan con un tamaño reducido, se han registrado casos en los que las pápulas alcanzaron un diámetro considerable (4-5 cm).

Puede ocurrir que notes una especie de “desprendimiento” de la lesión, hasta el punto de que parece que la queratosis seborreica está apenas adherida a la piel y es fácil de desprenderse.

De hecho, no es raro que, tras un traumatismo, los crecimientos se desprendan parcial o totalmente, precisamente por la precariedad con la que se adhieren a la piel.

Aunque las queratosis seborreicas se parecen mucho a las verrugas hasta el punto de llamarse “verrugas seborreicas”, es importante señalar que estas formaciones no son de ningún modo contagiosas y de naturaleza totalmente benigna.

Subtipos de queratosis seborreica

Como hemos comentado anteriormente, a continuación vamos a ilustrar los distintos subtipos de queratosis seborreica que se han identificado hasta el momento:

  • Queratosis seborreica acantósica: considerada la forma más frecuente. La pigmentación varía de avellana a marrón oscuro y las formaciones presentan pseudoquistes córneos que tienden a tomar un color amarillento.
  • Queratosis seborreica acroposta o queratosis en estuco: las lesiones cutáneas son múltiples y se desarrollan en la mayoría de los casos en los miembros inferiores.
  • Queratosis seborreica hiperqueratósica: presenta manifestaciones queratósicas que tienden a desprenderse de forma continua.
  • Queratosis seborreica pigmentada o melanoacantoma: la manifestación queratósica se presenta con múltiples pigmentaciones.
  • Queratosis seborreica irritada: También llamada invertida, la lesión de la piel se acompaña de cambios o irritación en la piel. La piel alrededor del área puede tener sangre y enrojecimiento. La infiltración de melanófagos en las zonas irritadas puede dar a las formaciones seborreicas un color azulado, provocando algunas dudas diagnósticas.
  • Dermatosis papulosa nigra: este tipo de enfermedad dermatológica afecta a sujetos con un fototipo alto y se manifiesta con múltiples pequeñas manchas hiperpigmentadas especialmente en la zona de los pómulos. Sin embargo, cabe señalar que aún no está claro si esta enfermedad puede considerarse una variante de la ceratosis seborreica.

Diagnóstico

Para un diagnóstico correcto es recomendable consultar a un dermatólogo que podrá evaluar correctamente el trastorno realizando un análisis de cada queratosis seborreica individual y excluyendo cualquier otra enfermedad de la piel.

De hecho, es necesario realizar un diagnóstico diferencial excluyendo otras enfermedades de la piel mucho más graves y que tienen similitudes con las verrugas seborreicas.

Entre estos mencionamos:

  • Melanoma plano en placa
  • Léntigos solares
  • Carcinoma de células escamosas
  • Carcinoma de células basales pigmentado
  • Queratosis actínica pigmentada

La prueba útil para un diagnóstico correcto y un análisis diferencial para distinguir la queratosis seborreica de enfermedades mucho más graves que aquejan la piel es la dermatoscopia.

También conocida como epiluminiscencia, esta innovadora técnica diagnóstica permite reconocer de forma anticipada cualquier melanoma y lesiones cutáneas melanocíticas, sean o no pigmentadas.

Este tipo de análisis es absolutamente no invasivo y se realiza mediante un instrumento llamado dermatoscopio óptico.

Una vez que se haya asegurado de que el diagnóstico de ambas queratosis seborreicas es correcto, el médico podrá identificar el subtipo de lesión epitelial superficial que aqueja al paciente y junto con ello establecer la necesidad de intervenir sobre la misma o no.

Posibles tipos de tratamiento.

Dado que las verrugas seborreicas son crecimientos benignos, y por lo tanto nunca se convierten en lesiones cancerosas, no requieren ningún tipo de tratamiento (si no de carácter estético) especialmente si permanecen asintomáticas y no causan molestias al paciente.

En algunos casos, sin embargo, las queratosis seborreicas pueden irritarse, inflamarse y picar o tener un crecimiento descontrolado y excesivo.

En situaciones como estas, estas lesiones no solo pueden causar molestias funcionales al sujeto, sino que también tienen serias repercusiones a nivel estético.

En estos casos se puede recurrir a la eliminación de las queratosis seborreicas.

El paciente, de acuerdo con el dermatólogo, puede recurrir a alguno de los siguientes tratamientos para extirpar la lesión.

  • Diatermocoagulación (o electrocoagulación): técnica dermatológica utilizada para eliminar pequeñas porciones de tejido epidérmico;
  • Crioterapia: literalmente “curar con frío”, es un método de tratamiento que ha ganado terreno en los últimos años. La terapia consiste en la aplicación de nitrógeno líquido sobre la zona afectada por la lesión cutánea que provocará una quemadura por congelación y la consiguiente caída de la queratosis seborreica;
  • Láser: considerado entre los tratamientos óptimos para la eliminación de las verrugas seborreicas. Mediante el uso de láser de CO2 o láser de Erbium es posible realizar una vaporización precisa de la lesión, salvando la piel sana que la rodea y teniendo una cicatrización completa sin dejar cicatriz;
  • Curetaje: procedimiento que elimina las lesiones superficiales de la piel mediante un instrumento cortante especial llamado cureta. El tratamiento es de fácil realización y permite un excelente resultado estético, eliminando de forma eficaz neoformaciones benignas como la queratosis seborreica.
  • Electrocauterio: una técnica eficaz que, sin embargo, debe ser realizada por personal muy experimentado ya que puede provocar la formación de cicatrices residuales.
  • Cualquiera que sea el tipo de tratamiento elegido, la extirpación de la lesión será permanente por lo que la queratosis seborreica nunca volverá a aparecer en la zona de la que fue extirpada.

Sin embargo, no se puede descartar la aparición de nuevas verrugas seborreicas en zonas distintas a las tratadas.

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