¿Qué son las lesiones del cartílago de la rodilla?
Las lesiones del cartílago de la rodilla son un tipo de patología que afecta mayoritariamente a la población anciana (>65 años), ya que representan el inicio de la artrosis
Sin embargo, puede suceder que un atleta también sufra una lesión de cartílago a una edad temprana después de una lesión.
Lesiones del cartílago de la rodilla: los síntomas
Las lesiones del cartílago de la extremidad inferior se caracterizan por dolor e hinchazón: la rodilla tiende a bloquearse e hincharse.
El dolor (de la articulación afectada o de la musculatura regional) es más intenso por la mañana, cede con el movimiento, puede reaparecer después del esfuerzo y, por lo general, cede durante el descanso nocturno.
La función articular se ve limitada primero por el dolor, luego por obstrucciones mecánicas (debido a la liberación de fragmentos cartilaginosos en la articulación) que pueden impedir que se realicen las actividades normales.
La lesión cartilaginosa puede extenderse a gran parte de la rodilla incluso en deportistas jóvenes; hablaremos entonces de artrosis temprana (este cuadro se presenta con frecuencia en pacientes con lesiones de ligamentos que han sido desatendidas durante años).
Si la lesión se limita a unos pocos puntos, el pronóstico puede ser favorable y es posible restaurar la integridad de la articulación con tratamientos quirúrgicos, como el trasplante.
Terapia en lesiones del cartílago de la rodilla
La terapia para esta patología es quirúrgica.
Sin embargo, es apropiado intentar una terapia conservadora con fármacos 'condroprotectores' y/o 'viscosuplementación' con infiltraciones.
En el caso de artrosis difusa en pacientes menores de 65 años, generalmente se realiza una osteotomía, es decir, un corte en el hueso que cambia la carga sobre la rodilla, descargando la parte más dañada.
Si el paciente es mayor de 65 años -o la articulación está muy dañada- se utilizan implantes protésicos, que permiten la sustitución total de la articulación.
Dichos implantes están hechos de metal (titanio de alta calidad) y normalmente se cementan al hueso, especialmente en el caso de un hueso porótico, es decir, débil.
En los últimos años, la miniprótesis o prótesis monocompartimental, es decir, una pequeña prótesis de unos 3-4 cm que solo cubre la parte desgastada y no toda la rodilla, ha tenido cada vez más éxito.
En el caso de deportistas menores de 40 años se puede realizar un trasplante de cartílago
Esta operación se realiza de tres maneras: se puede tomar una tableta de cartílago y hueso de áreas no utilizadas de la rodilla y, después de retirar el área dañada, trasplantar el injerto durante la misma operación (realizada por vía artroscópica); otra oportunidad viene de realizar microfracturas, es decir, perforar el área afectada, estimulando la cicatrización (y no el nuevo crecimiento del cartílago); el tercer y más complicado método implica tomar células de cartílago del paciente, cultivarlas en el laboratorio y volver a implantarlas después de unos 30 a 40 días. con una segunda operación.
Todos estos métodos no tienen un resultado garantizado, que depende en gran medida de la capacidad biológica y regenerativa de cada paciente.
En particular, los trasplantes de cartílago están absolutamente desaconsejados en pacientes mayores de 40 años, dada la alta probabilidad de fracaso (alrededor del 90%).
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