Cervicalgia, a qué se debe y cómo tratar el dolor de cuello
La cervicalgia, comúnmente conocida como "tengo dolor de cuello", es un dolor en el cuello y los trapecios causado por una inflamación que dificulta el movimiento.
Provoca rigidez en la cuello y en casos severos puede irradiarse a los brazos causando entumecimiento en las manos y estar acompañado de otros síntomas como dolores de cabeza, mareos, sensación de náuseas e incluso alteraciones en la visión y el oído.
El dolor de cuello es un síntoma de un proceso degenerativo de la columna superior debido, por ejemplo, a artrosis cervical, hernias discales cervicales o artrosis discal cervical.
Pero la cervicalgia también puede ser causada por:
- esfuerzo inadecuado o una carga excesiva (por ejemplo, una bolsa o mochila pesada);
- postura incorrecta (por ejemplo, sentarse frente a una computadora);
- traumatismos y lesiones (latigazo cervical clásico);
- estilo de vida sedentario;
- tensión, ansiedad y estrés.
El dolor de cuello no debe confundirse con la tortícolis
De hecho, la tortícolis, a diferencia del dolor de cuello sordo y persistente, generalmente se caracteriza por punzadas violentas debido a una contractura repentina.
Qué hacer en caso de cervicalgia
La cervicalgia es uno de los trastornos musculoesqueléticos más comunes en el mundo occidental, especialmente en la edad adulta y particularmente entre las mujeres.
Aunque en la mayoría de los casos su origen no es grave, no se debe subestimar el dolor de cuello.
Especialmente cuando la cervicalgia dura mucho tiempo o cuando se presenta con cierta frecuencia, siempre es recomendable consultar a un médico para identificar el origen exacto del dolor y abordar la terapia más adecuada.
Tratamiento del dolor de cuello
Habitualmente la terapia farmacológica de elección en los casos de cervicalgia son los fármacos analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos (AINE), ya sea por vía oral o en forma de cremas, geles y parches de aplicación local.
La terapia farmacológica debe combinarse con una conducta encaminada a reducir los síntomas:
- descansar;
- atención a la postura;
- use collares que mantengan el cuello en la posición correcta;
- evite someter las articulaciones del cuello a cargas excesivas;
- compresas calientes para relajar los músculos o compresas frías para calmar la inflamación;
- fisioterapia y manipulaciones osteopáticas.
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