Tartamudez primaria y secundaria: ¿cuándo la resolución es espontánea y cuándo es necesaria la intervención?

By cristiano antonino On 13 de diciembre de 2022

Hablamos de tartamudez primaria cuando se manifiesta de forma aparente y transitoria, propia de la infancia, consistente en disfluencias fisiológicas y normales y vacilaciones intermitentes y repeticiones silábicas iniciales.

Su resolución es espontánea en aproximadamente el 65% de los casos en niños preescolares, y la intervención indirecta arroja resultados positivos en la mayoría de los casos.

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Tartamudez primaria y secundaria, una visión general

La tartamudez se define como una disfluencia caracterizada por repeticiones, prolongación de fonemas o sílabas y pausas visibles y audibles.

El trastorno del desarrollo más común de la fluidez verbal es la tartamudez del desarrollo, con un inicio prevalente en la primera infancia.

Más raras, y con su primera aparición en la edad adulta, son la tartamudez neurogénica, que resulta de alteraciones cerebrales, y la tartamudez psicógena, secundaria a alteraciones psíquicas.

Solemos hablar con fluidez, sin esfuerzo, de manera continua y fluida, a una velocidad normal, articulando bien las palabras, prestando atención a lo que tenemos que decir y no a la forma en que se tienen que decir las palabras; el oyente se concentra en lo que decimos y no se distrae (o atrae) por la forma en que pronunciamos las palabras.

Habiendo dicho primaria, el síntoma propio de la adolescencia y la adultez es diferente: La Tartamudez Secundaria, en sus etapas 'avanzada' y 'crónica'.

Con una variada sintomatología y con rasgos de condicionamiento personal y psicológico, su reeducación involucra al paciente y al especialista en un proceso de control verbal y “contención logoterapéutico-dinámica” de la angustia interna y relacional.