Visión borrosa, imágenes distorsionadas y sensibilidad a la luz: podría ser queratocono

By cristiano antonino On 5 de marzo, 2023

A menudo oímos hablar de la córnea, pero quizás sin saber muy bien qué es y para qué sirve, esta finísima membrana de aproximadamente medio milímetro de espesor

Transparente y de forma circular, cubre la parte más anterior de nuestro ojo (la zona del iris y la pupila, para ser claros).

Su función más importante es la de contribuir, junto con el cristalino, a enfocar las imágenes en la retina: la córnea no es más que una lente convergente natural que permite el paso de los rayos de luz a través del ojo, sin ser absorbidos ni reflejados.

Las enfermedades que afectan a la córnea pueden conducir a la ceguera.

Un ejemplo de esto es el queratocono, una enfermedad ocular rara que afecta principalmente a personas más jóvenes, y entre las enfermedades oculares raras es la más frecuente.

¿Qué es el queratocono?

Es una alteración en la forma de la córnea, que pasa de ser redondeada a tener forma de cono, como su nombre lo indica.

Esto conduce a una visión deficiente, distorsionada y borrosa.

El cambio de forma se debe a una disminución de la rigidez de este tejido, que se vuelve más 'elástico y débil', por así decirlo. Debido a la presión de la presión intraocular, tiende a adelgazarse y deformarse, asumiendo una forma de cono con la consiguiente distorsión de las imágenes.

¿Afecta a ambos ojos?

Sí, en el 96% de los casos ambos ojos están afectados, pero generalmente de forma asimétrica, es decir, los 2 ojos tienen diferentes etapas de queratocono.

Aparece con mayor frecuencia durante la pubertad, aunque en casos muy raros puede presentarse desde el nacimiento (queratocono congénito).

Es una enfermedad crónica, que progresa hasta los 30-40 años y luego se detiene espontáneamente.

Existen formas leves que no alteran significativamente la vida de quien lo padece.

Mientras que en las formas severas, el adelgazamiento excesivo de la córnea puede conducir a su perforación y es necesario un trasplante de córnea (25% de los casos).

¿Cuáles son las causas del queratocono?

No se conocen.

Pero existe una predisposición hereditaria y por ello es importante comprobar si algún familiar la padece (herencia 17.5 -19%).

Se ha demostrado una correlación con ciertas enfermedades inflamatorias como la atopia y la alergia, en las que determinados desequilibrios enzimáticos conducen a alteraciones en la renovación de la estructura corneal; con trastornos genéticos como el síndrome de Ehrles-Danlos y el síndrome de Down (factores genéticos); y con causas externas en caso de predisposición, como microtraumatismos mecánicos por roce en personas alérgicas.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico temprano es crucial porque, especialmente en los más jóvenes, el queratocono puede progresar rápidamente.

Gracias a técnicas diagnósticas cada vez más eficaces, hoy en día, en la mayoría de los casos el diagnóstico se realiza ya en la edad pediátrica.

Después del examen oftalmológico, las pruebas específicas son: topografía corneal, una exploración diagnóstica rápida e indolora que permite dibujar un mapa de la superficie corneal y ver su forma; tomografía corneal para estudiar la superficie posterior de la córnea; y paquimetría corneal para medir el grosor de la córnea, normalmente en torno al medio milímetro, pero en el caso del queratocono es aún más fino.