¿Qué es la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide se clasifica como una enfermedad difusa del tejido conectivo

La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune de origen desconocido

Se clasifica como una enfermedad difusa del tejido conectivo y es de naturaleza crónica.

Se caracteriza por inflamación difusa y degeneración en los tejidos conectivos.

La fisiopatología de la artritis reumatoide es breve y concisa

  • Reacción autoinmune. En la AR, la reacción autoinmune ocurre principalmente en el tejido sinovial.
  • Fagocitosis. La fagocitosis produce enzimas dentro de la articulación.
  • Descomposición del colágeno. Las enzimas descomponen el colágeno, causando edema, proliferación de la membrana sinovial y, en última instancia, formación de pannus.
  • Daño. Pannus destruye el cartílago y erosiona el hueso.
  • Consecuencias. Las consecuencias son la pérdida de las superficies articulares y del movimiento articular.
  • Cambios degenerativos. Las fibras musculares experimentan cambios degenerativos, y se pierde la elasticidad y el poder contráctil de los tendones y los ligamentos.

La artritis reumatoide es común en todo el mundo

La artritis reumatoide afecta al 1% de la población mundial.

La proporción de mujeres a hombres con AR es de 2:1 a 4:1.

Causas

Las enfermedades difusas del tejido conjuntivo tienen causas desconocidas, pero también se cree que son el resultado de anomalías inmunológicas.

  • Genética. Los investigadores han demostrado que las personas con un marcador genético específico llamado epítopo compartido HLA tienen una probabilidad cinco veces mayor de desarrollar artritis reumatoide que las personas sin el marcador.
  • Agentes infecciosos. Los agentes infecciosos como las bacterias y los virus pueden desencadenar el desarrollo de la enfermedad en una persona cuyos genes los hacen más propensos a contraerla.
  • hormonas femeninas. El 70% de las personas con AR son mujeres, y esto ocurre por las fluctuaciones de las hormonas femeninas.
  • Factores ambientales. Factores ambientales como la exposición al humo del cigarrillo, la contaminación del aire y los insecticidas.
  • Exposiciones ocupacionales. Sustancias como la sílice y el aceite mineral pueden dañar al trabajador y resultar en contacto dermatitis.

Las manifestaciones clínicas de la AR varían y generalmente reflejan el estadio y la gravedad de la enfermedad.

  • Dolor en las articulaciones. Uno de los signos clásicos, las articulaciones que duelen no se mueven fácilmente.
  • Hinchazón. La limitación en la función se produce como resultado de las articulaciones inflamadas.
  • Calor. Hay calor en la articulación afectada y, a la palpación, las articulaciones están esponjosas o blandas.
  • Eritema. El enrojecimiento del área afectada es un signo de inflamación.
  • Falta de función. Debido al dolor, la movilización de la zona afectada tiene limitaciones.
  • Deformidades. Las deformidades de las manos y los pies pueden deberse a una desalineación que provoque hinchazón.
  • Nódulos reumatoides. Los nódulos reumatoides pueden observarse en pacientes con AR más avanzada, y no son dolorosos y móviles en el tejido subcutáneo.

Los medicamentos utilizados para tratar la artritis reumatoide pueden causar efectos secundarios graves y adversos.

  • Supresión de la médula ósea. El uso inadecuado de inmunosupresores podría conducir a la supresión de la médula ósea.
  • Anemia. Los agentes inmunosupresores como el metotrexato y la ciclofosfamida son muy tóxicos y pueden producir anemia.
  • Trastornos gastrointestinales. Es probable que algunos AINE causen irritación y ulceración gástrica.

Hallazgos de evaluación y diagnóstico

  • Varios factores contribuyen al diagnóstico de la AR.
  • Título de anticuerpos antinucleares (ANA): prueba de detección de trastornos reumáticos, elevado en 25% a 30% de los pacientes con AR. Se necesitan pruebas de seguimiento para los trastornos reumáticos específicos, por ejemplo, el anti-RNP se usa para el diagnóstico diferencial de la enfermedad reumática sistémica.
  • Factor reumatoideo (FR): Positivo en más del 80% de los casos (test de Rose-Waaler).
  • Fijación con látex: Positiva en el 75% de los casos típicos.
  • Reacciones de aglutinación: Positivas en más del 50% de los casos típicos.
  • Complemento sérico: C3 y C4 aumentados en el inicio agudo (respuesta inflamatoria). El trastorno inmunológico/agotamiento da como resultado niveles reducidos de complemento total.
  • Tasa de sedimentación globular (VSG): por lo general aumenta mucho (80 a 100 mm/h). Puede volver a la normalidad a medida que mejoran los síntomas.
  • CBC: generalmente revela anemia moderada. WBC está elevado cuando hay procesos inflamatorios presentes.
  • Inmunoglobulina (Ig) (IgM e IgG): la elevación sugiere fuertemente un proceso autoinmune como causa de la AR.
  • Radiografías de las articulaciones afectadas: revela inflamación de los tejidos blandos, erosión de las articulaciones y osteoporosis del hueso adyacente (cambios tempranos) que progresan a la formación de quistes óseos, estrechamiento del espacio articular y subluxación. Pueden notarse cambios osteoartríticos concurrentes.
  • Exploraciones con radionúclidos: identifique la membrana sinovial inflamada.
  • Artroscopia directa: la visualización del área revela irregularidades óseas/degeneración de la articulación.
  • Aspirado sinovial/líquido: Puede revelar un volumen mayor de lo normal; apariencia opaca, turbia, amarilla (respuesta inflamatoria, sangrado, productos de desecho degenerativos); niveles elevados de glóbulos blancos y leucocitos; disminución de la viscosidad y del complemento (C3 y C4).
  • Biopsia de membrana sinovial: revela cambios inflamatorios y desarrollo de pannus (tejido de granulación sinovial inflamado).

El manejo médico está alineado con cada fase de la artritis reumatoide

  • Descansa y haz ejercicio. Debe haber un equilibrio de descanso y ejercicio planificado para un paciente con AR.
  • La derivación a agencias comunitarias como la Arthritis Foundation podría ayudar al paciente a obtener más apoyo.
  • Modificadores de la respuesta biológica. Ha surgido un enfoque de tratamiento alternativo para la AR, los modificadores de la respuesta biológica, en los que un grupo de agentes que consisten en moléculas producidas por las células del sistema inmunitario participan en las reacciones inflamatorias.
  • Terapia. Se prescribe un programa formal con terapia física y ocupacional para educar al paciente sobre los principios de protección de las articulaciones, actividades de estimulación, simplificación del trabajo, rango de movimiento y ejercicios de fortalecimiento muscular.
  • Nutrición. La selección de alimentos debe incluir los requerimientos diarios de los grupos básicos de alimentos, con énfasis en alimentos ricos en vitaminas, proteínas y hierro para la formación y reparación de tejidos.

Los medicamentos utilizados en cada fase de la artritis reumatoide incluyen:

Artritis reumatoide temprana

  • AINE. Los medicamentos COX-2 bloquean la enzima involucrada en la inflamación mientras dejan intacta la enzima involucrada en la protección del revestimiento del estómago.
  • metotrexato. El metotrexato es actualmente el tratamiento estándar de la AR debido a su éxito en la prevención tanto de la destrucción articular como de la discapacidad a largo plazo.
  • Analgésicos. Se puede prescribir analgesia adicional para períodos de dolor extremo.

Artritis reumatoide erosiva moderada

  • Ciclosporina. Neoral, se agrega un inmunosupresor para mejorar el efecto modificador de la enfermedad del metotrexato.
  • Artritis reumatoide erosiva persistente
  • Corticosteroides. Los corticosteroides sistémicos se usan cuando el paciente tiene inflamación y dolor continuos o necesita un medicamento "puente" mientras espera que los DMARD más lentos comiencen a hacer efecto.

Artritis reumatoide avanzada e incesante

  • Inmunosupresores. Los agentes inmunosupresores se recetan debido a su capacidad para afectar la producción de anticuerpos a nivel celular.
  • Antidepresivos. Para la mayoría de los pacientes con AR, la depresión y la falta de sueño pueden requerir el uso a corto plazo de antidepresivos en dosis bajas, como amitriptilina, paroxetina o sertralina, para restablecer un patrón de sueño adecuado y controlar el dolor crónico.

Manejo Quirúrgico

Para la AR erosiva persistente, a menudo se utiliza la cirugía reconstructiva.

  • Cirugía reconstructiva. La cirugía reconstructiva está indicada cuando el dolor no se puede aliviar con medidas conservadoras y la amenaza de pérdida de independencia es inminente.
  • Sinovectomía. La sinovectomía es la escisión de la membrana sinovial.
  • Tenorrafia. La tenorrafia es la sutura de un tendón.
  • Artrodesis. La artrodesis es la fusión quirúrgica de la articulación.
  • Artroplastia. La artroplastia es la reparación quirúrgica y el reemplazo de la articulación.

La gestión de enfermería

Los cuidados de enfermería al paciente con AR deben seguir un plan básico de cuidados.

Evaluación de enfermería

La valoración de un paciente con AR puede contribuir a su diagnóstico.

  • Historia y examen físico. La anamnesis y el examen físico abordan manifestaciones tales como rigidez bilateral y simétrica, sensibilidad, hinchazón y cambios de temperatura en las articulaciones.
  • Cambios extraarticulares. El paciente también es evaluado por cambios extraarticulares y estos incluyen pérdida de peso, cambios sensoriales, linfa agrandamiento de los nodos y fatiga.

Diagnóstico de enfermería

Con base en los datos de la evaluación, los principales diagnósticos de enfermería apropiados para el paciente son:

  • Dolor agudo y crónico relacionado con la inflamación y el aumento de la actividad de la enfermedad, el daño tisular, la fatiga o la disminución del nivel de tolerancia.
  • Fatiga relacionada con el aumento de la actividad de la enfermedad, dolor, sueño/descanso inadecuado, falta de acondicionamiento físico, nutrición inadecuada y estrés/depresión emocional
  • Deterioro de la movilidad física relacionado con la disminución del rango de movimiento, debilidad muscular, dolor al moverse, resistencia limitada, falta o uso inadecuado de dispositivos ambulatorios.
  • Déficit de autocuidado relacionado con contracturas, fatiga o pérdida de movimiento.
  • Imagen corporal alterada relacionada con los cambios físicos y psicológicos y la dependencia impuesta por la enfermedad crónica.
  • Afrontamiento ineficaz relacionado con el estilo de vida real o percibido o los cambios de rol.

Planificación y objetivos de atención de enfermería

Los objetivos principales para un paciente con AR son:

  • Mejora en el nivel de confort.
  • Incorporación de técnicas de manejo del dolor en la vida diaria.
  • Incorporación de estrategias necesarias para modificar la fatiga como parte de las actividades diarias.
  • Alcanzar y mantener una movilidad funcional óptima.
  • Adaptarse a los cambios físicos y psíquicos impuestos por la enfermedad reumática.
  • Uso de comportamientos de afrontamiento efectivos para lidiar con limitaciones reales o percibidas y cambios de roles.

Intervenciones de enfermería

El paciente con AR necesita información sobre la enfermedad para tomar decisiones de autocontrol y afrontar el hecho de tener una enfermedad crónica.

Aliviar el dolor y la incomodidad
  • Proporcione una variedad de medidas de comodidad (p. ej., aplicación de calor o frío, masajes, cambios de posición, descanso, colchón de espuma, almohada de apoyo, férulas, técnicas de relajación, actividades recreativas).
  • Administrar medicamentos antiinflamatorios, analgésicos y antirreumáticos de acción lenta según prescripción médica.
  • Individualice el programa de medicación para satisfacer las necesidades de control del dolor del paciente.
  • Fomentar la verbalización de los sentimientos sobre el dolor y la cronicidad de la enfermedad.
  • Enseñar la fisiopatología del dolor y la enfermedad reumática, y ayudar al paciente a reconocer que el dolor a menudo conduce a métodos de tratamiento no probados.
  • Asistir en la identificación del dolor que conduce al uso de métodos de tratamiento no probados.
  • Evaluar los cambios subjetivos en el dolor.
Reducir la fatiga
  • Proporcione instrucciones sobre la fatiga: describa la relación de la actividad de la enfermedad con la fatiga; describir las medidas de comodidad mientras las proporciona; desarrollar y fomentar una rutina de sueño (técnicas de baño tibio y relajación que promuevan el sueño); explicar la importancia del descanso para el alivio sistemático, articular,
  • y estrés emocional.
  • Explicar cómo usar técnicas de conservación de energía (ritmo, delegación, establecimiento de prioridades).
  • Identificar los factores físicos y emocionales que pueden causar fatiga.
  • Facilitar el desarrollo de un horario apropiado de actividad/descanso.
  • Fomentar la adherencia al programa de tratamiento.
  • Consulte y fomente un programa de acondicionamiento.
  • Fomentar una nutrición adecuada, incluida la fuente de hierro de los alimentos y suplementos.
Aumento de la movilidad
  • Fomente la verbalización sobre las limitaciones en la movilidad.
  • Evalúe la necesidad de una consulta de terapia física o ocupacional: enfatice el rango de movimiento de las articulaciones afectadas; promover el uso de dispositivos ambulatorios de asistencia; explicar el uso de calzado seguro; use posiciones/posturas individuales apropiadas.
  • Ayudar a identificar las barreras ambientales.
  • Fomente la independencia en la movilidad y ayude según sea necesario: Permita suficiente tiempo para la actividad; proporcionar un período de descanso después de la actividad; reforzar los principios de protección conjunta y simplificación del trabajo.
  • Iniciar la derivación a la agencia de salud comunitaria.
Facilitar el autocuidado
  • Ayudar al paciente a identificar los déficits de autocuidado y los factores que interfieren con la capacidad de realizar actividades de autocuidado.
  • Desarrollar un plan basado en las percepciones y prioridades del paciente sobre cómo establecer y alcanzar metas para satisfacer las necesidades de autocuidado, incorporando conceptos de protección articular, conservación de energía y simplificación del trabajo: Proporcionar dispositivos de asistencia apropiados; reforzar el uso correcto y seguro de los dispositivos de asistencia; permitir que el paciente controle el tiempo de las actividades de cuidado personal; explore con el paciente diferentes formas de realizar tareas difíciles o formas de conseguir la ayuda de otra persona.
  • Consulte con las agencias de atención médica de la comunidad cuando las personas hayan alcanzado un nivel máximo de autocuidado y todavía tengan algunas deficiencias, especialmente en lo que respecta a la seguridad.
Mejorar la imagen corporal y las habilidades de afrontamiento
  • Ayudar al paciente a identificar elementos de control sobre los síntomas y el tratamiento de la enfermedad.
  • Estimular la verbalización de los sentimientos, percepciones y miedos del paciente.
  • Identificar las áreas de la vida afectadas por la enfermedad. Responder preguntas y disipar posibles mitos.
  • Desarrolle un plan para controlar los síntomas y obtener el apoyo de familiares y amigos para promover el funcionamiento diario.

Monitoreo y Manejo de Complicaciones Potenciales

  • Ayudar al paciente a reconocer y lidiar con los efectos secundarios de los medicamentos.
  • Controle los efectos secundarios de los medicamentos, incluidos sangrado o irritación del tracto GI, supresión de la médula ósea, toxicidad renal o hepática, mayor incidencia de infecciones, llagas en la boca, erupciones cutáneas y cambios en la visión. Otros signos y síntomas incluyen hematomas, problemas respiratorios, mareos, ictericia, orina oscura, heces negras o con sangre, diarrea, náuseas y vómitosy dolores de cabeza.
  • Monitoree de cerca las infecciones sistémicas y locales, que a menudo pueden enmascararse con altas dosis de corticosteroides.
Puntos de enseñanza
  • Enfocar la enseñanza del paciente sobre la enfermedad, los posibles cambios relacionados con ella, el régimen terapéutico prescrito, los efectos secundarios de los medicamentos, las estrategias para mantener la independencia y la función y la seguridad en el hogar.
  • Anime al paciente y a la familia a verbalizar sus preocupaciones y hacer preguntas.
  • Aborde el dolor, la fatiga y la depresión antes de iniciar un programa de enseñanza, ya que pueden interferir con la capacidad de aprendizaje del paciente.
  • Instruya al paciente sobre el manejo básico de la enfermedad y las adaptaciones necesarias en el estilo de vida.
Cuidado continuo
  • Derivar para atención domiciliaria según se justifique (p. ej., paciente frágil con una función significativamente limitada).
  • Evaluar el ambiente del hogar y su idoneidad para la seguridad del paciente y el manejo del trastorno.
  • Identifique cualquier barrera para el cumplimiento y haga las referencias apropiadas.
  • Para pacientes con riesgo de deterioro de la integridad de la piel, controle el estado de la piel y también instruya, proporcione o supervise al paciente y la familia en medidas preventivas para el cuidado de la piel.
  • Evaluar la necesidad de asistencia del paciente en el hogar y supervisar a los asistentes de salud en el hogar.
  • Haga referencias a terapeutas físicos y ocupacionales a medida que se identifiquen los problemas y aumenten las limitaciones.
  • Alerte al paciente y a la familia sobre los servicios de apoyo, como Meals on Wheels y los capítulos locales de la Arthritis Foundation.
  • Evaluar el estado físico y psicológico del paciente, la adecuación del manejo de los síntomas y la adherencia al plan de manejo.
  • Enfatice la importancia de las citas de seguimiento para el paciente y la familia.

Evaluación

Los resultados esperados incluyen:

  • Nivel de confort mejorado.
  • Incorporó técnicas de manejo del dolor en la vida diaria.
  • Estrategias incorporadas necesarias para modificar la fatiga como parte de las actividades diarias.
  • Logró y mantuvo una movilidad funcional óptima.
  • Adaptado a los cambios físicos y psíquicos impuestos por la enfermedad reumática.
  • Utilizó comportamientos de afrontamiento efectivos para lidiar con limitaciones reales o percibidas y cambios de roles.

Pautas para el alta y el cuidado en el hogar

La educación del paciente es un aspecto esencial del alta y la atención domiciliaria.

  • Educación del desorden. El paciente y la familia deben poder explicar la naturaleza de la enfermedad y los principios del manejo de la enfermedad.
  • medicamentos El paciente o cuidador debe poder describir el régimen de medicamentos (nombre de los medicamentos, dosis, horario de administración, precauciones, posibles efectos secundarios y efectos deseados).
  • El manejo del dolor. El paciente debe ser capaz de describir y demostrar el uso de técnicas de manejo del dolor.
  • Independencia. El paciente debe poder demostrar la capacidad de realizar actividades de cuidado personal de forma independiente o con dispositivos de asistencia.

Pautas de documentación

El enfoque de la documentación incluye:

  • Descripción del cliente de la respuesta al dolor.
  • Especificaciones del inventario del dolor.
  • Expectativas del manejo del dolor.
  • Nivel de dolor aceptable.
  • Manifestaciones de fatiga y otros hallazgos de la evaluación.
  • Grado de deterioro y efecto en el estilo de vida.
  • Nivel de función, capacidad para participar en actividades específicas o deseadas.
  • Nivel funcional y especificidades de las limitaciones.
  • Recursos necesarios y dispositivos de adaptación.
  • Disponibilidad y uso de los recursos de la comunidad.
  • Observaciones, presencia de comportamiento desadaptativo, cambios emocionales, nivel de independencia.
  • Uso previo de medicamentos.
  • Plan de cuidados.
  • plano didáctico.
  • Respuesta a las intervenciones, enseñanzas y acciones realizadas.
  • Logro o progreso hacia los resultados deseados.
  • Modificaciones al plan de atención.
  • Necesidades a largo plazo.

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